Carlos III aprobaría una nueva boda entre Sarah Ferguson y el Príncipe Andrés

A Sarah la han diagnosticado recientemente un melanoma maligno pocos meses después de someterse a una operación de cirugía reconstructiva tras un diagnóstico de cáncer de mama. Andrés se encuentra atrapado en el ojo de un huracán mediático en un caso de prostitución, violación y pederastia que le ha costado la retirada de sus títulos militares y el patrocinio real (ya no es llamado 'alteza real'), una demanda civil y un descrédito absoluto. Sarah nunca abandonó a Andrés en los momentos más duros del escándalo, creyendo firmemente en su inocencia. Andrés cuenta con ella.

Aunque coincidieron en un campo de polo cuando eran niños, se conocieron gracias a Lady Di. Sarah, conocido como Fergie por sus amigas, era íntima de Diana, por lo que acudieron juntos a numerosas fiestas y actos públicos. Tuvieron un romance relámpago, anunciando su compromiso en 1986. Andrés le regaló un anillo con un rubí birmano de talla ovalada rodeado de diez diamantes, que pasó a manos de la Princesa Beatriz tras el divorcio de la pareja.

Cinco meses después, Sarah y Andrés se casaron en la Abadía de Westminster. Era el 23 de julio de 1986. La novia lució la tiara York Diamond que le regaló Isabel II: «Nos casamos por amor total. Y cuando llegué al altar, me casé con el hombre de mi vida», confesó Fergie al popular periodista Piers Morgan.

Dos años después nació la Princesa Beatriz, ahora casada con el empresario inmobiliario Edoardo Mapelli Mozzi y madre de una niña, Sienna, que cumplirá tres años en septiembre. En 1990 nacería la Princesa Eugenia, ahora casada con Jack Brooksbank, y madre de dos niños, August y Ernest. Sarah Ferguson siempre se ha mostrado muy orgullosa de sus hijas, a las que adora: «Todos los días agradezco al universo por permitirme ser su madre. Desde que eran pequeñas me han completado. Sus corazones están llenos de alegría y humildad, y me maravillo por ambas», declaraba en una entrevista a la revista 'Good Housekeeping'.

Supuestamente, los compromisos navales del Príncipe Andrés fueron la causa de la separación en 1992: «Durante mi matrimonio lo veía 40 días al año», reconocía en la televisión. Cuatro años más tarde llegó el divorcio. Entre medias, a Sarah la pillaron con su asesor financiero chupándole los dedos de los pies en una villa al sur de Francia.

«Somos la pareja divorciada más feliz del mundo», le reconoció Sarah al 'Daily Mail'. Comparten residencia, Royal Lodge en Windsor Great Park, y en estos años han sacado adelante a sus hijas. Sarah ha publicado 46 libros y se ha embarcado en proyectos empresariales, pero desde el escándalo Epstein se ha centrado en apoyar a Andrés a sabiendas de que tiene todo en contra. Además, sus problemas de salud la han mantenido alejada del ojo mediático. Uno y otro han estado siempre apoyándose en los momentos más complicados, es normal que ahora se necesiten más que nunca. Una boda no es ninguna locura, al contrario.