Carlos Baute: «Soy un compositor autodidacta y verte rodeado de 80 músicos resulta emocionante»

El cantante, sumergido en la gira '30 años', recuerda su infancia y nos habla de su familia, de sus miedos, de sus pasiones y de sus deseos más locos

Carlos Baute: «No sé qué pasará en el futuro pero, por lo pronto, hay Carlos Baute para rato»

Carlos Baute gtres

Carlos Baute se enfrenta a la promoción como un corredor de fondo a una maratón, no pierde la sonrisa porque entiende las entrevistas como parte de un 'show business' en el que se mueve como pez en el agua. «Aunque 30 años se ... pasan volando», nos explica, «y cuanto mayor eres, más veloz es el tiempo».

De las cosas que más le enorgullecen de su prolífica carrera son sus conciertos con orquesta sinfónica: «Yo soy un compositor autodidacta y verte rodeado de 80 músicos resulta emocionante». Más en su caso, que se declara un perfeccionista: «Puede ser agotador y frustrante si no pones límites. Yo tardo mucho en terminar una canción, no la suelto si no estoy seguro».

Ahora lanza 'Muy loco' bajo la etiqueta de 'bauchata': «Es bachata, pero con mi sello personal. Como baile me entusiasma, es muy sensual. Estoy convenciendo a mi esposa para que lo aprenda».

El cantante reconoce que las locuras las ha hecho fuera de la música: «He sido muy loco en todo lo relacionado con la aventura, como lanzarme en paracaídas o bañarme entre tiburones. Ahora, me reprimo porque tengo cuatro hijos y no quiero correr riesgos para no preocuparles. Soy una persona muy familiar y daría la vida por ellos, me considero un misionero del amor y sé que hay cosas que ya no debo hacer por ellos. Por ejemplo, las motos me encantan, pero he bajado el acelerador». Acaba de cumplir medio siglo, «pero no creo sufrir la crisis de los 50, todavía tengo muchos sueños por cumplir, como ser piloto».

Carlos abraza la serenidad de la madurez, reconociendo los puntales de su vida: «La familia lo es todo para mí». Y por eso se reconoce detallista: «No soy de hacerle regalos caros a mi esposa, pero me gusta que sienta que pienso en ella, por eso le doy sorpresas, le hago pequeños regalos, le escribo poesías, una carta de amor… Son forma de regar nuestro matrimonio. A mis hijos no me gusta regalarles cosas inútiles, prefiero darles regalos con un valor, que les sirvan para algo». Con su mujer la relación es larga e intensa: «Se basa en la empatía, en la admiración, el amor y la pasión. Con los años todo se ha transformado, pero lo hemos trabajado juntos».

Cuando echa la vista atrás, el cantante reconoce que hay algo que cambiaría: «Me he equivocado en muchas cosas, como todos, pero me ha servido como aprendizaje. Pero sí hay algo de lo que de verdad me arrepiento es de no haber estado desde el principio con mi hijo mayor. Menos mal que es un chico maravilloso, cero rencoroso, muy bien educado y con un gran corazón. Hubo circunstancias y las ha entendido perfectamente. Ahora, hemos recuperado el tiempo perdido. Yo vivo el presente porque el pasado solo provoca depresión y el futuro, ansiedad. Quiero dedicar todo mi tiempo a mi familia, es lo único que me preocupa en la vida». Se reconoce un padre «juguetón, consentidor, muy cariñoso. Vivo por mis hijos, daría la vida por ellos».

A Carlos le da paz la música y estar junto a sus seres queridos, estar en casa componiendo: «Amo estar haciendo música». Y le saca de quicio la corrupción, las mentiras «que al final acaban descubriéndose». Se siente un hombre afortunado porque ha cumplido sus sueños: «Soñaba cantar con Carlos Vives y ya lo hice». El próximo lo cumplirá el 5 de junio en un concierto en el Warner Music Station Príncipe Pío, que grabará con multitud de sorpresas y artistas invitados.

La foto: el niño más deportista del paraíso

El pequeño Carlos creció en 'El paraíso', un barrio residencial de Caracas, en unas torres de apartamentos junto a las instalaciones olímpica de la capital: «Tuve la suerte de tener a mano un lugar increíble donde pude desarrollar mi pasión por el deporte. Allí hice natación durante los cinco años en los que competí, porque estaba federado, pero también jugaba al baloncesto, al pin pon… Me pasaba horas jugando».

Carlos Baute de pequeño abc

Pero no era ganar lo que le interesaba sino divertirse: «Era un niño juguetón y travieso que aprobaba en el colegio con notas correctas, aunque no excelentes». Su gran pasión, ya desde pequeño, era la música: ·En Navidades le pedía al Niño Jesús que me trajera instrumentos, porque quería tocar. A los ocho años me regaló un saxofón». Y su voz ya destacaba, al menos en su parroquia: «Era monaguillo y entré en el coro de la iglesia, donde pronto empecé a cantar como solista». Carlos recuerda aquellos años con una nostalgia que no le resta valor al sacrificio: «Me levantaba a las 6.45 para llegar a clase a tiempo para el rezo matinal y cantal el himno nacional. Por las tardes, como mis padres trabajaban, me iba con mi hermano a casa de mi abuela». Si hay alguien importante en su vida es su madre: «Ella me llevaba a los 'castings' cuando empecé. A los trece años, cuando me seleccionaron para ser parte del grupo Los Chamos y comenzó mi carrera profesional, ella lo dejó todo para acompañarme. Siempre ha estado conmigo, cuidándome y apoyándome».

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