Carla Goyanes nos habla del homenaje que le ha hecho a su padre en su primer verano en Marbella sin él

Este verano es muy complicado para los Goyanes, es el primero tras el fallecimiento de Carlos y Caritina el pasado agosto, y Carla, lejos de huir del lugar donde siempre veraneó con ellos, ha querido rendir homenaje a su padre

Carla Goyanes y Cari Lapique, más unidas que nunca y con un nuevo negocio en común

Carla Goyanes gtres

Hace un año que la vida de Cari Lapique y Carla Goyanes dio un giro inesperado que las llevó a vivir el momento más complicado de sus vidas; el fallecimiento de Carlos Goyanes el 7 de agosto debido a un infarto, y ... veinte días después, el 26 de agosto, el de Caritina Goyanes por idéntica razón. Sin duda, el verano que esperaban cuando se trasladaron todos juntos como cada año a su casa de Marbella con el fin de disfrutar de la temporada, se vino abajo, y ni Cari ni Carla se vieron con las fuerzas necesarias como para seguir en esa vivienda en la que tanto dolor habían pasado.

Ya hace doce meses de aquello, los más duros según los expertos, pues se dice que todas las primeras veces después de una pérdida son un desafío; las primeras navidades, los primeros cumpleaños, el primer día del padre o de la madre… todo ello. Ahora ya lo han superado, aunque no quiere decir que el dolor sea menos. Este verano además se enfrentaban a la diatriba de si pasar o no sus vacaciones en familia, como cada año, en Marbella, pues fue allí donde todo ocurrió y pese a que se ha dicho que la idea era vender la casa, por ahora no se ha tomado esa decisión, conservan la vivienda tal y como estaba y no hay planes inmediatos de que sea de otra forma.

La familia ha sido su gran apoyo, durante estos doce meses hemos visto a Carla y Cari muy unidas a Antonio Matos, el viudo de Caritina y sobre todo junto a los dos hijos de la empresaria hostelera; Pedro, que ahora tiene trece años y Minicari, que es como la han llamado siempre, que tiene diez. Para los dos, sus tres primos, hijos de su tía Carla, su padre y su abuela son su gran núcleo. Y de hecho todos pasarán juntos unos días este verano, tal como hubieran hecho de estar también su madre.

A lo largo de este curso han sido muchos los momentos en que les han recordado de manera pública, y seguro que muchos más de manera privada. El último gran acontecimiento es el que ha tenido lugar en San Pedro de Alcántara, donde siempre han veraneado y donde están este año Carla y su familia también pues allí ella ha organizado un partido de pádel en honor a su padre que impulsó muchísimo este deporte en la localidad. Y no han faltado amigos y familiares para arroparla en algo que ha significado mucho para ella y así nos lo ha contado: «Es un torneo de pádel sin ánimo de lucro que decidí organizar un poco tarde pero que me gustaría hacer todos los años y ampliarlo no solo a niños si no también a mujeres y al año siguiente a hombres un poco para honrar la memoria de mi padre que fue uno de los principales impulsores del pádel en Marbella y que siempre ha transmitido su pasión por el pádel, yo jugaba mucho de pequeña con él, luego ya menos por problemas edad y tal, pero luego retomó con sus nietos y hasta el Covid jugaba siempre un partido al menos en verano con ellos y conmigo y la. verdad que lo pasábamos fenomenal y por eso ha surgido esta idea. Ha sido todo un exitazo y el año que viene esperamos poder hacerlo con más tiempo, con patrocinadores y mucho mejor».

Y no es la primera vez que ha hablado de cómo se siente, Carla hace solo un par de meses recogió un premio en la gala Elle Gourmet que era para su hermana, que siempre hacía el catering para este gran día, y se abrió por completo: «En nombre de toda nuestra familia queríamos daros gracias a Elle Gourmet, y a todos los que habéis decidido darle este reconocimiento tan importante a mi hermana. Para mí es un honor estar aquí y poder recogerlo en su nombre, La recordamos como una gran mujer, una gran madre, una gran empresaria, una gran hermana, una gran amiga, una gran jefa. Es una maravilla. Es un honor para nosotros que se reconozca su trayectoria. Ha dejado un gran legado que va a continuar. Era muy humilde, muy de su gente. La mejor jefa que se podía tener. Mi cuñado es familia, y lo está haciendo fenomenal. Si, él se está ocupando de que esto se mantenga» dijo.

Y quiso dedicar unas palabras especiales a sus sobrinos, a Pedro: «es una máquina, ha estudiado muchísimo, se ha esforzado un montón y estamos todos orgullosos de él» dijo, e hizo también alusión a la fe que su hermana les transmitió: «les ha transmitido una gran fe que ella tenía y eso les ha ayudado mucho, les sigue ayudando y hace que lo estén sobrellevando… que sean felices dentro de esa gran ausencia» y terminó de hablar, porque sin duda, es algo muy doloroso, «lo dejamos, que si no me pongo muy triste, ¿vale, chicos? Muchísimas gracias».

Y es que es innegable que es duro para todos, pero lejos de huir del problema o de refugiarse lejos de nada que recordase a todo lo anterior, la familia ha seguido adelante tanto en actos públicos como privados, Antonio Matos ha continuado con el catering, Carla ha seguido adelante con el negocio familiar inmobiliario del que ya se ocupaba y Cari, aunque pasó un tiempo alejada de todo y apoyada en su hermana Miriam, regresó a su vida, a su día a día y a los eventos que siempre habían formado parte de ello, apoyándose, sobre todo, en la fuerza que le dan los suyos: «encuentro consuelo en mis nietos y en mi hija Carla, la unión es lo más importante».

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