«Cambié mi voz y oculté quién era»: la confesión más dolorosa de Fernando Tejero

Tejero, quien también ha hablado abiertamente sobre su batalla contra la depresión, describió una juventud complicada, marcada por ser un 'niño prestado' a su tía, quien falleció cuando él tenia 13 años. Este trágico evento lo forzó a regresar a un hogar con padres y hermanos que le eran extraños. El actor confesó que desde muy joven tuvo que alterar su comportamiento y su voz para encajar en lo que él percibía como 'normal'. «Tenía mucha pluma y la voz afeminada y tengo rozadas las cuerdas vocales de impostar la voz», explicó refiriéndose a los esfuerzos extremos que hizo para ocultar su homosexualidad.

La mudanza de Tejero a Madrid fue un punto de inflexión en su vida. Aunque inicialmente continuó ocultando su orientación sexual, la distancia de su familia y el ambiente de la escuela de actuación le permitieron explorar y finalmente aceptar su identidad. «El venirme de Córdoba a Madrid, estar separado de mi familia, que era otro dedo acusador, ya me hace decir 'me puedo exponer'», comentó el actor. A través del teatro y el autoconocimiento, comenzó a abrirse, compartiendo su verdad primero en un monólogo ante sus compañeros, un acto que describió como liberador a pesar de las dificultades que aún enfrentaba.

La revelación pública de su homosexualidad no fue menos dramática. Tejero eligió hablar abiertamente sobre su orientación durante una entrevista en el programa 'Viajando con Chester', sin anticipar que esta confesión sería utilizada en promociones antes de la emisión del programa. «No sabía que se iban a hacer eco otros programas y que iban a hacer una publicidad en la que decía que 'Mis padres no saben que soy homosexual'», recordó. Esta situación llevó a una difícil conversación con su padre, quien, a pesar del shock inicial, expresó su deseo de felicidad para su hijo. «Quiero que seas lo más feliz», fue la respuesta de su padre, marcando un momento significativo de apoyo y comprensión.

Tejero también criticó la tendencia de las familias y la sociedad a preocuparse más por las opiniones externas que por el bienestar de sus propios miembros. «Lo terrible es que en la mayoría de los casos, la familia no lo entiende por el qué dirán los demás. Y eso es lo lamentable. Por eso digo que por encima de todo tiene que estar el amor», enfatizó.

A nueve años de su confesión pública, Tejero afirma que sus padres ahora están tranquilos y han llegado a entender y aceptar su realidad, ayudados en parte por la percepción pública de su valentía. La emotiva entrevista dejó claro que, aunque su camino ha sido lleno de obstáculos, la sinceridad y el amor pueden abrir puertas hacia la aceptación y el entendimiento.