El calvario de Loly Álvarez: «Pensé que me iba a morir»

El terror se apoderó de ella. «Te dicen la palabra muerte súbita y cualquiera se pone en la peor de las situaciones». Sin embargo, Álvarez sacó fuerzas de flaqueza para afrontar esta fatídica situación: «Empecé un tratamiento -que es de por vida- bastante duro. Los cuatro primeros meses estuve sin poder levantarme del sofá. No me tendía de pie». «Es una medicación que hace que las pulsaciones estén bajas para que el corazón no lata deprisa», explica la artista en conversación con ABC.

«Te encuentras tan mal que crees que vas a morir. Es muy duro irte a dormir y no saber si vas a amanecer. También no saber si cuando te despiertas, llegarás a la noche», confiesa. Para hacer frente a este proceso, Loly Álvarez necesitó ayuda psicológica. Más aún después de los acontecimientos que surgieron poco después. «Primero fue mi enfermedad, después -en marzo- falleció mi padre y en octubre, dos días antes de mi cumpleaños, murió mi perro». «Ha sido un año horrible», sentencia.

Al principio la cantante no quiso que nadie se enterase de su dolencia. Solo se lo comunicó a algunos miembros de su círculo más íntimo. «Vivir con la muerte acechando en cada momento es muy fuerte. Y no saber si lo iba a aguantar». Pero su férrea lucha ha hecho que hoy pueda decir que «mi corazón está más fuerte y puedo empezar a hacer una vida normal. He estado haciendo rehabilitación cardíaca».

Tras muchos días de pruebas, los médicos le comunicaron que se trataba de algo genético. «Hay muchas personas que están atravesando lo mismo que yo. No entendía por qué me había pasado esto porque yo siempre he sido deportista, he seguido una alimentación sana y no he bebido alcohol. Es por un gen». «He estado en manos del equipo de cardiología del Hospital Universitario de Toledo. No tengo las suficientes palabras para agradecer cómo me han tratado y ayudado», expresa una emocionada Loly Álvarez.

De estos doce meses, la artista asegura llevarse la mayor lección de su vida. «He aprendido a valorar lo realmente importante. No se sabe lo que se tiene hasta que ves que puedes perderlo. Valoro levantarme cada mañana, tomar café o ver el sol. Te das cuenta de lo bonita que es la vida. Perdemos el tiempo en conseguir tantas cosas… Esto me ha cambiado totalmente». Y aunque ha contado en gran parte del proceso con el apoyo de su exmarido Romi, ha optado por no hablar de él: «Han pasado ciertas cosas de las que no quiero hablar. Ya se sabrá». «No se va a producir», ha confesado haciendo alusión a la celebración de la segunda boda que anunciaron este verano.

«Miro el nuevo año con positividad. Nace una nueva Loly Álvarez. No quiero caretas, etiquetas ni frivolidades. Quiero ser yo en estado puro», expresa mientras nos cuenta, en exclusiva, que está inmersa en un nuevo proyecto musical, que verá la luz a mediados de enero. «La gente que me conoce y me quiere me llaman Lola. Y así se llamará el disco». «Es un trabajo que demuestra lo que valgo como cantante. Es una fusión de reguetón con flamenco. Ese disco soy yo. Todo lo de atrás no», explica.

Con la publicación de este, Álvarez cumplirá «uno de mis grandes sueños» y «una de las cosas por las que más me hubiera dolido irme». La artista ha resurgido de sus cenizas y tiene claro que quiere dejar atrás todo aquello que le ha hecho sufrir. «Ha habido una parte de la prensa que sólo le interesaba mi parte frívola. Yo soy mucho más que eso. Hay cosas por las que ya no voy a pasar en mi vida». Pero no guarda mal recuerdo de su largo paso por la pequeña pantalla: «En televisión hay personas a las que quiero y por las que me jugaría el cuello». «Jorge Javier Vázquez es un amigo increíble. Es una persona que admiro y quiero con mayúsculas. Lo quiero con palabras mayores», exclama. Un emotivo fin de charla en la que Loly Álvarez promete volver en su mejor versión.