Britney Spears confiesa que sufre una afección incurable que entumece partes de su cuerpo

La estrella internacional ha comunicado a sus seguidores la dolencia que padece y por la que encuentra en el baile su medicamento

El motivo por el que Britney Spears utiliza sus redes para publicar fotografías desnuda

Nueva bajada a los infiernos de Britney Spears: sin fe en Dios, sin hijos, sin conciertos y con sus fans divididos

Britney Spears en una premiere de Los Ángeles GTRES

Aarón Espí

Los movimientos de Britney Spears están en el punto de mira. Tras su mediático juicio contra James Spears, su padre y tutor legal durante 13 años, en el que la estrella internacional reclamó su libertad alegando haber sido sometida, durante este tiempo, a ... un estricto control por parte de su progenitor, la artista ha tenido que hacer frente a una oleada de críticas por sus comportamientos y declaraciones en las redes sociales. La cantante hace uso de estas para hablar de los pormenores de sus relaciones familiares pero también para publicar vídeos bailando.

El baile es una de sus pasiones. Sus coreografías causaban auténtico furor en sus conciertos y sus acérrimos la aclamaban cuando las ejecutaba. Una época que ha quedado atrás ya que hace años que Spears no se sube a un escenario. Sin embargo, la artista estadounidense sigue deleitando a sus seguidores publicando, a través de las redes sociales, bailes en su casa. Pero no ha sido hasta ahora cuando Britney ha hecho público un diagnóstico médico que alivia con sus coreografías.

La cantante ha compartido un vídeo en el que aparece, como tantas otras veces, bailando. No obstante, en esta ocasión acompañado de un revelador escrito en el que confiesa que sufre un daño en los nervios del lado derecho de su cuerpo, afección para la que «no hay cura, excepto Dios, supongo». «Se produce a veces cuando no recibes suficiente oxígeno en el cerebro. Ese daño hace que partes de tu cuerpo se entumezcan», explica.

Britney Spears asegura que el dolor entra en su cuerpo como «alfileres o agujas en el lado derecho de mi cuerpo, suben hasta mi cuello y la parte que más me duele es la sien. Da miedo». «Aunque ya no me muevo como solía hacerlo, realmente creo que mi fe me ha dado fuerza», manifiesta mientras explica que para ella el baile es como su «medicamento» ya que cuando baila «siento que el oxígeno llega a mi cerebro. Mis ojos están más abiertos y puedo aguantar la cabeza correctamente. Estoy mejorando mucho». Declaraciones con las que busca frenar la multitud de críticas que recibe todos los días como consecuencia de sus bailes.

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