Blanca Astolfi: «Quería ser arquitecta, pero a mis amigas les gustaba la ropa que les cosía»

Sobrina del jinete olímpico Luis Astolfi y de Naty Abascal, triunfa con su firma de moda, con la que está a punto de abrir tienda en EE. UU.

Blanca Astolfi ABC

Lo de esta joven sevillana de 33 años con la moda no fue vocacional, sino que fue surgiendo según avanzaba sus estudios de diseño de moda en el Instituto Europeo di Design. «Quería ser arquitecta. Empecé cosiendo ropa para mis amigas, les gustó mucho y ... decidí estudiar moda».

Actualmente lleva cinco años viviendo en Miami por el trabajo de su marido, desde allí organiza y dirige su empresa con la ayuda de sus hermanas, la menor, Pepa, «es mis manos y mis pies desde Madrid, se encarga de todo», y la mayor, Kika, que lleva toda la contabilidad de la empresa, dejando a Blanca a cargo del patronaje y diseño de las prendas.

Busca inspiración para sus diseños en el día a día y admite que «funciono muy bien bajo presión». Aunque reconoce que también saca mucha inspiración del mundo de la hípica, «me gusta montar a caballo en el campo y en la finca que tenemos en Sevilla», gracias a su tío Luis Astolfi, reconocido jinete: «Mi familia está muy relacionada con el mundo del caballo y del toro». Sobrina de Naty y Ana Maria Abascal también le sirven de guía: «Sin duda son grandes iconos de la moda internacional, me parecen súper sofisticadas y las admiro aún más desde que las vi en las fotos de Richard Avedon en una galería en Nueva York cuando vivía ahí».

Escoge telas naturales y reversibles para sus prendas en las ferias textiles de Nueva York y París: «Me mandan los tejidos al estudio y entre todo el equipo hacemos la selección ya que me gusta tener la opinión de todo el mundo». Y producen en España: «Cada vez es más caro fabricar aquí pero me gusta contribuir a mi país, no tengo por qué irme a China si aquí tengo recursos». El tipo de prenda que hacen es muy sencilla, no pasa de moda y te la puedes poner para todo tipo de ocasiones, «tanto para una fiesta como para ir a trabajar porque son reversibles». Y van dirigidas a mujeres trabajadoras y sencillas.

Cuentan con una tienda física desde hace un año en Madrid ubicada en la calle Lagasca 134 y venden también a través de su página web. «Se está activando el mercado online y nos compran desde distintos países como Estados Unidos y Portugal sobretodo», explica. El precio de las prendas oscila entre los 200 y los 1.000 euros, si es un encargo especial. El mundo de la moda es complicado porque hay mucha competencia. Blanca y sus hermanas tienen la suerte de poder vivir de su profesión ya que el negocio va tal y como esperaban. Han vestido a muchas caras conocidas como Daniela y Martina Svedin, hijas de Figo, Eugenia Martínez de Irujo, Cayetana Rivera y Marta Oria, entre otras. Cuentan también con algunas 'influencers' que les escriben en su Instagram y hacen colaboraciones a cambio de prendas.

Están empezando a expandirse por otros países haciendo ventas en sitios exclusivos como Los Hamptons en Estados Unidos y próximamente se presentarán a la feria Coterie en Nueva York de multimarcas. Su próxima meta es abrir una tienda en EE.UU y expandirse mundialmente: «Lo veo muy factible, despacio y con un riesgo grandísimo. Estamos haciendo estudios de mercado para ver en qué sitios sí y cuáles no».

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