Beatriz Trapote: «Aunque echo de menos la televisión, priorizo a mi familia»

Su vida cambió por completo. Dejó la capital española para comenzar una nueva etapa al lado del diestro. «Fue complicado acoplarme allí -en Jerez- y el proceso de adaptación fue muy duro», confiesa Beatriz Trapote. Al final, ella había conseguido labrarse camino como periodista en la pequeña pantalla y tenía su vida en Madrid. «Si me hubiera guiado por los sentimientos y por las vivencias de los primeros años, me hubiera vuelto», señala antes de deslizar que si terminase su historia con el hermano de Jesulín de Ubrique «me quedaría aquí. He hecho amigos y grandes lazos. Hay una calidad de vida increíble. La capital ya no me llama».

Cuando se cumplen 17 años desde que comenzó aquel noviazgo que culminó con la llegada de sus tres hijos -Víctor, Oliver y Brenda-, Beatriz recuerda que «parece ayer cuando mi suegra -Carmen Bazán- me llamó para invitarme las primeras Navidades. Ha pasado todo muy rápido y lento a la vez». La periodista quiere recalcar, pese a que haya informaciones que apunten lo contrario, su buena sintonía con Jesulín de Ubrique y su mujer: «Él me alaba mucho». También rememora el primer día de Reyes con el clan Janeiro: «Dieron los regalos y tenían uno para mí. No me lo esperaba. Ya me consideraban de la familia. María José Campanario me soltó: 'Si ya estás aquí es porque eres una más en la familia'». «El día de mi boda, mi cuñada me dijo que conmigo se llevaba una hermana para siempre. Pese a que los medios quieren enemistarnos, la realidad es muy distinta», asegura Trapote.

Durante muchos años, Beatriz decidió desvincularse de la televisión. Pero su pasión por la comunicación hizo que se abriese una cuenta de Instagram, que ya tiene 125.000 seguidores, y entrevistase a gente con un mensaje social que transmitir. «No es fácil abrirse camino en las redes sociales. Cuando eres una persona con proyección internacional sí, pero cuando no, te lo tienes que trabajar». Así, uno de los temas por los que quiso contar su vida a través de la pantalla fue la maternidad: «Hablo de la reproducción asistida porque lo he vivido en mi carnes». Y es que, desde que era pequeña, convertirse en madre era su gran sueño: «Quería serlo e iba a hacerlo de la forma que fuera. Fue una de las primeras condiciones que le puse a Víctor».

En sus redes sociales, la periodista muestra su lado más personal. No tiene reparos en abrirse en canal y contar los obstáculos con los que se encuentra en el día a día: «Cuando eres madre, hay distintos tipos de situaciones. No existe la maternidad idílica de la que se habla». En su opinión, transmitir que la vida de los famosos no es de color de rosa explica que la gente conecte con ella y siga todo lo que hace. Aunque una de las cosas que motiva que su comunidad esté 'in crescendo' es que da voz a distintas causas que, de algún modo, están silenciadas: enfermedades raras, trastornos que afectan a la comunicación de los más pequeños, derechos sociales... «Cuando alguien que está viviéndolo me ve por la calle me da las gracias. Me reconforta ese 'feedback'», expresa Beatriz Trapote a este periódico.

La periodista no cierra las puertas a volver algún día a la televisión -hace poco meses, estuvo de colaboradora en 'Así es la vida'-. Pero vivir tan lejos de Madrid dificulta que pueda dedicarse a ello: «Cuando iba, salía a las ocho de la mañana y llegaba por la noche. Y, en estos momentos, mi prioridad es mi familia. Mi figura no puede faltar». «A veces echo de menos los platós, pero nunca me arrepentiré de ser madre. Yo ya sabía que era una responsabilidad», reafirma. Además, tiene claro el programa con el que le gustaría volver: «Uno de ayuda social en el que entrevistado y entrevistador nos sintamos entre iguales. Me siento incómoda en aquellos en los que hay que meter el dedo en la llaga. Hace alta un magazine con testimonios».