Quién es Asma al Assad, la mujer del exdirigente de Siria huido: el cáncer que padece y considerada 'la rosa del desierto'

Este dejó claro su objetivo desde hace años, acabar con los Assad en Siria, que llevaban más de 50 años en el poder, y recuperar el califato «nacional» en el país.

Tras escasos 11 días y sin apenas impedimentos, los rebeldes han ido haciéndose con diferentes territorios hasta llegar a Damasco hace menos de 24 horas, declarando su victoria en la televisión estatal en dicho territorio y prometiendo un gobierno de transición tras la caída de la familia Al Assad.

En esta situación, diferentes fuentes afirman que el líder del gobierno de Siria, Bashar al Assad, en el poder durante casi 25 años, ha huido del país en avión pero, por el momento, se desconoce su paradero. Junto a él habrían salido también del país su mujer y sus hijos. A continuación te contamos lo que se conoce sobre la que ha sido, hasta la fecha, la primera dama siria.

Su nombre de nacimiento es Asma Fawaz al Akhras y nació un agosto de 1975 en Londres, después de que su familia emigrase al Reino Unido desde la ciudad de Homs, en Siria. Licenciada en Informática y diplomada en Literatura Francesa, tras pasar por diferentes empresas de banca e inversiones en Europa y Estados Unidos, conoció a Bashar al Assad, su actual marido, en la embajada siria de Londres.

Él es 10 años mayor que ella pero esto no fue impedimiento para que terminasen formando una pareja que, finalmente se convirtió en matrimonio en el 2000, mismo año en el que Bashar fue investido presidente de Siria. Juntos tienen tres hijos, Hafez, Zeyn y Karim.

Al convertirse en primera dama de Siria, los ojos del mundo se posaron durante años en Asma, llegando a ser apodada por la revista Vogue como 'la rosa del desierto', siendo también también tildada de una belleza 100% natural. La mujer del exdirigente huido no solo ha destacado por sus alabados estilismos, su saber estar o su elegancia, sino que también lo ha hecho por asumir una faceta solidaria al colaborar y participar en diferentes ONG, sobre todo ligadas a personas con discapacidad y a los derechos de las mujeres.

A pesar del choque entre su educación y carrera laboral occidental con su vida en oriente medio, Asma se ha perciido durante muchos años como una mujer moderna en un mundo árabe y siempre ha mantenido su educación y compostura en cualquier aparición política o profesional.

Aún así, tras el estallido de la guerra en Siria durante 2011, la Unión Europea vetó a la primera dama siria, no dejándole viajar al dicho territorio y congelando sus activos. Por ello, desde entonces no se le ha podido ver en Europa en demasiadas ocasiones y Asma decidió dedicarse a sus hijos en Siria, quedando un poco olvidada esa imagen de mujer moderna y comprometida.

De una familia compuesta por un padre cardiólogo y una madre que fue la primera secretaria de la Embajada siria en Londres, la niñez y juventud de Asma transcurrieron con la normalidad que puede darse en una chica de una familia bien avenida.

Después pasó a ser primera dama y esposa de un dirigente duramente percibido por el mundo, además de madre, formando una familia numerosa. Sin embargo, uno de los aspectos más personales de su vida se ha visto tambaleado varias veces: su salud. Asma padeció un cáncer de mama apenas cumplidos los 43 años, por el cual recibió quimioterapia y, finalmente, logró recuperarse.

Sin embargo, tiempo después, la tragedia de los problemas de salud volvió a aparecer en la vida de Asma al ser diagnosticada con leucemia mieloide aguda. Este tipo de cáncer se da porque la médula ósea comienza a producir células sanguíneas anormales, tal como indica el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.

A punto de cumplir los 50 años, Asma se encuentra en tratamiento por esta leucemia. Cuando se anunció su enfermedad, a través de redes sociales sirias, se indicó lo siguiente sobre la exprimera dama: «Se ceñirá a un protocolo especializado de tratamiento que incluye firmes medidas de prevención de la infección y una distancia social apropiada», por lo que «se retirará temporalmente de todas las reuniones directas», recogen desde 'La voz de la salud'.

Según la misma fuente, algunos de los síntomas de la leucemia mieloide aguda son un descenso de los niveles celulares sanguíneos como la anemia o la neutropenia, de las cuales derivan debilidad, fatiga, mareos, fiebre, dolor de cabeza, dificultad para respirar y ser más propensos a tener infecciones graves y frecuentes. También se puede producir descenso de plaquetas en sangre, dolor de huesos y articulaciones o hinchazón del abdomen.