El aniversario más triste de Kate y Guillermo ensombrecido por el cáncer

En su empeño por superar el fracaso matrimonial de sus padres, Carlos y Diana de Gales, el joven príncipe le regaló a su novia el mismo anillo de zafiros y diamantes que el ahora Rey de Inglaterra le dio a Lady Diana Spencer 29 años atrás.

El 29 de abril de 2011, festividad de Santa Catalina, la Abadía de Westmister fue escenario de una de las bodas más importantes dentro de la familia Windsor. El enlace correspondió con una ceremonia con carácter de 'semi estado' cuyos gastos corrieron a cargo de las familias de los contrayentes. Una ceremonia a la que acudieron cerca de dos mil invitados -con la estricta prohibición de portar teléfonos móviles- con un centenar de miembros de otras casas reales como la Reina Doña Sofía junto a los entonces Príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, y algunos invitados VIP entre los que se encontraban el exfutbolista David Beckham y su esposa Victoria, y los cantantes sirElton John y sir Paul McCartney o el actor Rowan Atkinson, entre muchos otros.

A las diez y cuarto de la mañana, el futuro esposo hizo su entrada oficial en la Abadía junto a su hermano el Príncipe Harry, del que se ha distanciado notablemente desde su boda con la exactriz estadounidense Meghan Markle y su posterior salida como miembro de la Familia Real británica. Media hora más tarde, la familia del novio: el entonces Príncipe Carlos junto a su su mujer, la duquesa de Cornualles y la Reina Isabel II y su esposo, el Príncipe Felipe de Edimburgo. A las once en punto, la novia llegó a la Abadía del brazo de su padre, Michael Francis Middleton, y en compañía de las cinco damas de honor.

Para su gran día, Kate Middleton confió en la diseñadora británica Sarah Burton, directora creativa de la casa Alexander McQueen. Un espectacular traje con corpiño de estilo victoriano con escote pico bordado a mano en la Real Escuela de Costura, una voluminosa falda que acababa con una infinita cola decorada con detalles de encaje y flores bordadas. Además, Kate Middleton portó la tiara Cartier Halo, también conocida como la tiara Cartier Scroll, como parte del joyero de la Casa Real británica. Una joya adquirida por el padre de la Reina Isabel, el Rey Jorge VI y que sostenía el velo de tul color marfil que adornaba su semirrecogido.

Al igual que Diana de Gales, Kate Middleton cambió sus votos matrimoniales en contra de la tradición en las bodas de la Familia Real británica. Y es que la ahora Princesa de Gales prometió a su marido amarlo, honrarlo y protegerlo, pero no obedecerlo.

Tras la solemne ceremonia religiosa, los nuevos esposos aparecieron en el balcón del Palacio de Buckingham, donde se dieron su primer beso como marido y mujer que quedó para la posteridad. Tras esto, un banquete y una fiesta para los más íntimos (unos 300 invitados) que se alargó hasta la medianoche.

Este lunes 29 de abril se cumplen 13 años de aquel día y la jamás ninguno de los protagonistas se imaginaba que estaría ante este afligido escenario. Hace tan sólo unos días se cumplieron cuatro meses desde la última aparición pública de Kate Middleton. La Princesa de Gales asistió a la tradicional misa de Navidad en Sandringham junto al Príncipe Guillermo y sus hijos, los Príncipes Jorge, Carlota y Luis -de 10, 8 y 5 años respectivamente-. Nada hacía presagiar que tan solo un mes mas tarde desapareciese de la escena pública sin dar ningún tipo de explicación tras una -en principio inocente- operación abdominal.

Desde entonces, la salud de la futura Reina de Inglaterra fue uno de los temas más comentados a nivel mundial. Tal fue la presión recibida, que la Familia Real británica decidió salir al paso el pasado viernes 22 de marzo con un emotivo vídeo publicado por la propia Princesa de Gales en el que confesaba que padecía cáncer y que se encontraba «en las primeras etapas de un curso de quimioterapia preventiva» que su equipo médico le había recomendado.

Este año, el matrimonio se enfrenta a una de sus peores batallas, muy por encima de los constantes rumores de crisis e infidelidad. Pese a todo, Kate y Guillermo siguen juntos y ahora más unidos que nunca. «Tener a Guillermo a mi lado es una gran fuente de consuelo y tranquilidad», confesó en el vídeo.