Andrés Burguera y su recuerdo de los escándalos televisivos de la familia Pajares: «Se nos fue de las manos»

El trío compuesto por Andrés Pajares, Mari Cielo Pajares y Andrés Burguera dio para muchas horas de televisión y litros de tinta. Eran habituales en platós y revistas. Y lo contaban todo, desde lo más frívolo a lo más sórdido. Pero ha pasado el tiempo...

Andrés Burguera ha regresado a los platós, aunque de una forma bien diferente a la de antaño. Lo ha hecho en 'Y ahora, Sonsoles', donde ha concedido una entrevista después de aparecer unas fotografías suyas haciendo deporte en el parque del Retiro de Madrid. Ahora es un hombre de 58 años que se arrepiente de contar en su día a todo el mundo sus problemas de familia y que se ha acogido a un plan de prejubilación de Iberia, empresa en la que ha trabajado como auxiliar de vuelo durante 34 años.

¿Y qué opina de su pasado como protagonista de horas y horas de televisión? Es ahora cuando reconoce que fue una etapa muy dura para él, especialmente por la persecución de la prensa. «Cuando estábamos tan expuestos, la cosa se nos fue de las manos» ha confesado. Y arrepentido de haber visitado «tantos platós de televisión», Andrés Burguera vive hoy una tranquila vida en el centro de Madrid y completamente ajeno al mundo de la televisión y de los viejos escándalos.

En realidad, parece que toda la familia no se reconoce al ver aquellas imágenes y que todo fue en realidad una pesadilla que de vez en cuando se recuerda. El propio Andrés Pajares, reconoció no hace mucho que «por culpa de mi exfamilia me volví loco». Y entonces su hija Mari Cielo explotó: «No me considero su exfamilia cuando soy la única de sus tres hijos que viaja cada mes para ir a verle en su casa de Madrid y dedicarle tiempo».

Sea como fuere, Andrés Burguera admite ahora que se cometieron «errores» difíciles de disculpar. «Me arrepiento de haber ido a tantos platós. Con la edad maduras, pero soy muy impulsivo. Entonces, cuando escuchas cosas de tu padre, pues saltas y metes la pata», ha comentado a Sonsoles Ónega.

Su vida ahora es como la de cualquier otro que ya no tiene obligaciones laborales. Asegura que se dedica a ir al gimnasio, a leer y a comer bien. Y recuerda el don de su padre: «Es cómico hasta cuando se enfada. Te entra la risa. Los cómicos de España, que son muy buenos, tienen don».

Pese a los altibajos, Andrés Burguera afirma que mantiene un vínculo cercano con su familia. «He tenido una familia peculiar. Chonchi (la exmujer de su padre) y mi hermana me han apoyado», ha resumido en 'Y ahora Sonsoles'.