Ana María Aldón, totalmente destrozada por la repentina muerte de su sobrina
La colaboradora de televisión ha utilizado su perfil en redes sociales para despedirse públicamente de la hija de su hermana
Gloria Camila lo cuenta todo sobre el alcoholismo de Ortega Cano: «Empezó a beber cuando murió Rocío»

La ausencia de Ana María Aldón (47 años) en el programa de televisión 'Fiesta' tenía muy preocupados a los espectadores. Y todavía más después del mensaje que le dijo Emma García a Gloria Camila (29), nueva colaboradora: «En este momento, que le puedas decir algo bonito a Ana María te lo va a agradecer de una manera especial. Sí, porque no está en un momento fácil. Le mandamos un abrazo enorme desde aquí a nuestra compañera».
Ahora se ha sabido que la exmujer de José Ortega Cano (71) ha sufrido una dura pérdida en su familia. Ha sido la propia televisiva la que ha informado a través de sus redes sociales del suceso: «Siento en el alma comunicaros que hoy no habrá directo. La vida nos ha golpeado duramente a toda la familia, llevándose a un ser de luz, y en la flor de la vida, no hay palabras para describir el dolor tan inmenso que siento. Las manitas de Celia. En mi recuerdo siempre estarás con ese pichi tableado de color rojo que te hice, jugando con dos vasos en una montaña de arena, qué poco necesitabas para ser feliz. Esos cachetes colorados que siempre tenías y que tanto me gustaba apretarte», escribió justo antes de despedirse diciendo: «nos dejas con la vida rota. Vuela alto, hopinina».
Tal y como confirmó poco después 'El Español', su sobrina Celia había fallecido recientemente. «Está destrozada», apuntaron. Además, el citado medio aseguró que el programa de televisión en el que trabaja había sido muy comprensivo dejando que Ana María se tomase el tiempo que necesitase para recomponerse de esta dura pérdida.
Esta no es la primera vez que la colaboradora de televisión sufre un drama familiar. En más de una ocasión ha relatado la terrible infancia que sufrió, marcada por el maltrato de su padre. A esto se le sumó la muerte hace menos de un año de una de sus cuñadas, que se quitó la vida. «A veces, por mucho que tú quieras ayudar, y aunque estén en tratamiento… Mi familiar tenía ayuda, toda una vida llena de psiquiatras», reconoció. «Es un desastre. Te quedas con el pensamiento de qué pude haber hecho, qué tenía que haber hecho yo», añadió.
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