El amor secreto e imposible de Isabel II

Durante la Segunda Guerra Mundial, Alathea se hizo amiga de las por entonces princesas Isabel y Margarita cuando vivía en la finca del Castillo de Windsor y daba clases de baile y dibujo con ellas. En uno de los extractos de sus diarios se revela cómo ella y la Reina estaban enamoradas del mismo oficial de la Guardia: Hugh FitzRoy, de 22 años, quien después heredaría el ducado de Grafton.

En abril de ese año, el oficial acudió invitado a tomar el té en Windsor. «Son excesivamente amables con él que uno puede preguntarse si tienen una idea detrás. Estoy segura de que él prefiere a Lilibet antes que a mí», dice en relación la que sería Reina de Inglaterra. «Si la familia real considera que la princesa Isabel debería casarse con un plebeyo inglés, creo que puede funcionar entre ellos. No está enamorado de ella, pero creo que estaría encantado de beneficiarse de su afecto», añadía.

Alathea relata una conversación que tuvieron en junio de 1942: «Hablamos de Hugh y otros hombres, y en la privacidad de su habitación conversamos con más libertad que nunca, porque ella es naturalmente reservada», una conversación en la que hablaron de sus futuras bodas: «Ella dijo que, si realmente quería casarse con el hombre de sus sueños, se escaparía. Pero sé que realmente no lo haría: su sentido del deber con su familia es demasiado fuerte, a pesar de que fue creada para una vida más sencilla».

La cosa no fue a más y el oficial se casó en 1946 con Anne Fortune FitzRoy, quien hasta ahora había ejercido de dama de compañía de la Reina Isabel II. Aunque se supo que el heredero del ducado de Grafton era del agrado de Jorge VI y la Reina Madre como consorte para su hija Isabel. Pero este declaró hace años que nunca tuvo intención de casarse con ella.