Laura Ponte, más allá de las pasarelas: tres relaciones amorosas fallidas y una depresión

Con motivo de unos premios de la moda que entregarán a estas cuatro modelos, 'El Hormiguero' las recibe este 15 de octubre para charlar sobre su trayectoria, los diferentes éxitos a lo largo de sus extensas carreras y sobre sus vidas en general.

Para conocer un poco más sobre la parte mas personal de una de ellas, Laura Ponte, a continuación te hablamos de algunos de los momentos más señalados de su vida, tanto en lo más amargo como en lo más dulce.

Laura Ponte nació en Vigo un septiembre de 1973, pero se crió en Oviedo, y es hija de José Manuel Ponte Mittelbrunn y Marcela Aurina Martínez Zapico. Aunque estudió Ciencias Políticas, un noviazgo con un fotógrafo en Londres hizo que participase en el concurso de la agencia Elite, ganando el premio 'Look of the Year', algo que cambiaría su vida y le metería de lleno en el mundo de la moda.

Desde entonces, desde entonces, ha desarrollado una larga carrera como modelo, recopilando muchos triunfos prefesionales. Entre otras cosas, Ponte ha trabajado con algunos de los diseñadores y firmas más importantes del mundo como Kart Lagerfeld, Valentino, Versace, Ralph Lauren o Christian Lacroix, además de que grandes fotógrafos como Mario Testino, Steven Meisel o Richard Avedon quisieran captar su especial belleza y porte. En su mejor momento, la revista Harpers Bazaar la nombró como la segunda modelo mejor pagada del mundo.

A pesar de sus éxitos Laura afirmaba no sentirse llena trabajando como modelo y, en 1999, al convertirse Embajadora de la Moda Gallega, anunció que se retiraría de las pasarelas cuando acabara sus compromisos y contratos: «Mi cara ya no da más de sí. No hay más Lauras», declaraba, tal como recoge 'Lecturas'. La personalidad de la modelo siempre ha destacado por su forma diferente de pensar y valorando su parte menos material, motivo por el que siempre ha contado que ser modelo no era lo suyo, a pesar de que trabajase de ello durante muchos años.

Aunque se desconocen los motivos, Laura contó haber pasado por una depresión que le hizo necesitar varios años para recuperarse. Tal como indica 'Lecturas', logró superarla una vez empezó a pensar en ella de verdad y no tanto en los demás en su vida.

En una de sus etapas más fructíferas como modelo, Laura vivía en París y esta ciudad no solo el trajo prosperidad laboral, sino que hizo que allí conociera al que después fue su marido, Beltrán Gómez-Acebo, sobrino del Rey Don Juan Carlos e hijo de la infanta Doña Pilar. Después de unos años de noviazgo, Laura y Beltrán se casaron en en Segovia, en La Granja de San Ildefonso, el 18 de septiembre de 2004, entrando la modelo a ser parte de la aristocracia y volviéndose interés de la prensa del corazón. Tras un año de matrimonio tuvieron a su primer hijo, Luis y en 2006 llegaba la segunda, Laura, que consideran sus grandes amores.

Sin embargo, el amor se acabó pasados solo cinco años de casados, pues en 2009 ponían fin a su relación, aunque el divorcio definitivo llegó en 2011. Fue de acuerdo mutuo y ambos conservaron una buena relación. «Beltrán es un hombre estupendo, muy buena persona. Los dos lo hemos pasado mal y nos hemos querido mucho. Pero había cosas que yo quería compartir y vivir y eso no tenía nada que ver con el afecto. Sólo compartir. Sentir que la persona que está contigo también pueda sentir lo que tú sientes», decía la modelo.

Aunque públicamente nunca lo afirmó ni lo negó, al acabar su relación con Beltrán, Laura Ponte compartió parte de su vida sentimental con Mario Conje Jr, hijo del exbanquero. Pero este noviazgo tampoco duró demasiado y, cosas del destino, Ponte volvía a coincidir amorosamente con un hombre llamado Beltrán. En este caso, Beltrán Cavero de Carondelet, sobrino de Esperanza Aguire, empresario y músico. Desde 'Lecturas' afirman que estuvieron juntos un año y que sus caminos se separaron en 2014. Actualmente no se tiene constancia de que Laura tenga pareja e intenta mantener su vida privada alejada de la prensa.