Alejandra Rojas no es hija del Rey Juan Carlos
El emérito y la hija de la Condesa de Montarco han negado rotundamente la noticia que los emparentaba
El Rey Don Juan Carlos y Alejandra Rojas
Después del comunicado de su Majestad el Rey Don Juan Carlos desmintiendo cualquier relación de paternidad sobre la hija de los condes de Montarco, pensé que el tema estaba completamente cerrado. Alejandra, por su parte, ha hecho lo mismo y se ha reservado ... los derechos legales que le asisten, por lo cual pensé que el tema estaba zanjado pero la cosa no ha sido así.
Los autores del libro en cuestión han seguido en sus trece y han conseguido las declaraciones de Ana de Rojas, hija menor del primer matrimonio del conde de Montarco y por tanto hermanastra de Alejandra.En sus palabras a la prensa deja caer unas suposiciones verdaderamente curiosas.
Su animadversión hacia Rosario Palacios fue siempre manifiesta y la relación con su padre pasó por momentos complicados que terminaron cuando se tuvo que cerrar la publicación de la 'Gaceta Rural' por una nefasta gestión. Tanto era el odio que sentía por la segunda esposa de su padre que, cuando escribió su libro sobre las condesas de Montarco, lo terminó en su madre, que también lo fue por su matrimonio. Eso sí, ha sido capaz de, a la mínima oportunidad que se le ha presentado, de hablar y criticar a la mujer de su padre.
Lo que me sorprende es que Charo Montarco, en los últimos quince o veinte años antes de morir, no pasaba prácticamente ninguna temporada en el palacio de Ciudad Rodrigo, junto al conde, pero su hija Ana tampoco.Nunca soportó el protagonismo y éxito social y profesional de su madrastra. Su innegable brillo la molestó siempre. Llevó la moda de Elio Berhanyer por todo el mundo, asombrando en la Expo de Nueva York, participó en numerosos coloquios y conferencias sobre la materia, promocionó cruceros turísticos por el Mediterráneo, trabajó activamente con Franck Goddio en las prospecciones de Alejandra y colaboró activamente para traer a España el San Diego, incrementando los tesoros del Museo Naval de Madrid.
Estaba en posesión del Lazo de Isabel la Católica.No sé si estas actividades, entre otras, han molestado tanto a su hijastra como para que llegue a insinuar cosas tan desagradables como que el portugués que «aparecía y desaparecía de su vida y que era guapo» podría ser el padre de su hermanastra. Una de dos, o es una persona con mala idea o una ignorante, porque, además de no pronunciar bien su nombre, esa persona vive y ha sido un gran amigo suyo de la infancia, pues sus padres eran íntimos amigos de los vizcondes de Carnaxide, abuelos de Charo.
La Condesa de Montarco, Charo Palacios y su hija Alejandra Rojas
La condesa de Montarco, mal que le pese, recibía los sábados en su finca cercana a Madrid a amigos de todo el mundo, gente importante, culta, elegante y divertida. Cuánta mala idea, cuánta tergiversación de la historia, cuánta falta de respeto hacia su padre, al que deja de cornudo, porque considera que su hermanastra es más guapa que ella, faltaría más, y más alta. Y por eso considera que no es hija de su padre. Tan poco conocía a su madrastra que no se dio cuenta de su estatura.
Me pareció tremenda la sospecha sobre la muerte de su padre. ¿Por qué no lo expresó en su momento? Entonces vivían también sus hijos Blanca, Jevito y Fernando y que yo recuerde, nadie expresó ninguna duda en ese momento. En San Sebastián, el conde se estará revolviendo en su tumba, pero ni a sus muertos esta señora deja descansar. Ignoro si la precaria situación por la que se encuentra y la soledad en la que vive, le ha llevado a decir toda esa sarta de barbaridades con un punto de nostalgia de una vida en la que nació y creció y que no supo conservar. De eso está claro que no tiene la culpa más que ella, con sus decisiones y sus declaraciones que no denotan más que un punto de envidia, odio y amargura.
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