Adrián Lastra: «Lo que más rabia me da es que no le dejen enseñar a mi novia el talento que tiene»

Como ha demostrado en sus aventuras televisas, no hay disciplina que se le resista. Aún así, su secreto reside en no tener vergüenza: «Realmente no tengo muchos talentos». Musicales, películas, y demás proyectos han sido testigo de la gran dedicación y esfuerzo que Lastra pone en cada una de sus actuaciones.

Un merecido descanso es por lo que debería optar, pero ahora mismo le es imposible tomarse unas vacaciones. «No tengo tiempo de descansar», comentaba inmerso en los ensayos de 'Medusa', que era «muy completa y muy compleja», cuya gira no podrá terminar pero en septiembre le espera 'Grease' y no le quedará ningún hueco libre.

Tanto trabajo ha sido fruto de su incansable y única personalidad que le ha llevado a convertirse en un actor muy reconocido del panorama actual. Nunca ha pensado en dejar a un lado el mundo del espectáculo, pero es consciente de que es una auténtica carrera de fondo. «Llevo dedicándome a esto desde que tengo 20 años. Esta profesión es una montaña, subes, bajas, vuelves a subir, vuelves a bajar... Te puedes encontrar kilómetros y kilómetros andando hasta encontrar una montaña, pero me parece que no hay que tener la ansiedad y la prisa porque llegue el éxito. Los momentos de éxito son muy delicados de manejar porque la fama no te lleva a ningún sitio, te catapulta a un lugar que nadie sabe cuál es», reflexiona.

La primera vez que se enfrentó a la gran pantalla fue con la cinta 'Primos' que conllevó una nominación al Goya, lo cuál recuerda con especial cariño: «No me quedé con la espinita de ganar el Goya, se le quedó más a mi madre y a mi padre. Han pasado muchos años de esto, pero para mí, que en mi primera película me hicieran ese regalo de la nominación fue el auténtico premio porque después pude seguir trabajando y trabajando».

Velvet fue otro momento álgido de la trayectoria de Lastra, cuyo personaje, quedó en los corazones de millones de espectadores. Pero después de dos décadas sigue pensando que quizá no es lo suficientemente bueno como dicen sus seguidores. «Yo creo que casi todos los actores tenemos el síndrome del impostor. Sientes que estás mintiendo, que no eres tan bueno para hacer musicales, para ganar un Goya... Pero hay que quererse porque somos muy inseguros y eso hace que te desplomes cuando te mires al espejo», explica.

Clara Chaín es la mujer que ha conquistado el corazón del deseado artista. Ambos demuestran frecuentemente en redes sociales, a través de las cuales se conocieron, lo mucho que se quieren y lo bien que funciona su relación. El madrileño tiene claro que quiere formar una familia con la actriz, pero hay un aspecto que actúa como un pequeño obstáculo en esta situación.

«Con 40 años a mi ya me nace ser papá, pero ella es muy jovencita, va a cumplir ahora 27 años, por lo que todo a su tiempo. Aún así la edad nunca ha sido un problema para nosotros. Además, yo no siento que realmente tenga 40 años porque veo a gente con mi misma edad y pienso virgencita, déjame como estoy», reconoce.

Intentan pasar mucho tiempo juntos y vivir el mayor número de experiencias posibles. De hecho, les encanta compartir viajes y conocer el mundo de la mano, se podría decir que son unos auténticos profesionales en reforzar su vínculo. «Sin duda, lo más importante de las relaciones es saber quererse, perdonarse, escucharse... Y eso nosotros lo sabemos hacer. Las relaciones hay que cuidarlas, tú no puedes hacer que la planta crezca sola. Tienes que estar siempre haciendo cosas, pequeños detalles... Las rupturas llegan porque nadie conoce el verdadero secreto de mantener la llama, pero de momento nosotros no estamos así», defiende.

A diferencia de él, Chaín no ha podido desarrollarse tanto a nivel profesional. Es por ello que Lastra está apoyándola incondicionalmente durante este proceso de darse a conocer porque piensa que debe mostrar al mundo lo gran actriz que es. «Admiro su valentía, su compromiso y la implicación que tiene hacia la vida y sobre todo hacia ese profesión que compartimos y que es tan injusta. Lo que más rabia me da y me saca las tripas es que no le dejen enseñar el talento que tiene. La gente no sabe lo que se está perdiendo, no es solo una niña alta, bonita y con buen cuerpo. Yo he visto muchas cosas durante estos años y ella es una barbaridad», destaca el músico.

Quizá podamos ver todo ese talento en algún proyecto en común porque ambos estarían encantados de poder colaborar: «Me encantaría coincidir con ella en algún proyecto. Nos ofrecieron hacer una película juntos en la pandemia, pero entre unas cosas y otras, al final no salió. Por eso me fascinaría compartir cámara con ella».