El acosador de Jennifer Aniston declarado incapacitado para el juicio

El sujeto, originario de Mississippi, compareció bajo custodia judicial tras un panel de vidrio, en un juzgado que trata casos vinculados a la salud mental. Según testigos presentes, lucía una larga barba gris y vestía una bata gruesa azul que suele utilizarse en centros penitenciarios para prevenir suicidios.

Durante la audiencia, Robert Krauss, abogado designado al caso, explicó que un psiquiatra evaluó a Carwyle y concluyó que el acusado no está en condiciones mentales para participar en el juicio. Sin embargo, añadió que su cliente desea una segunda opinión. «Como es su derecho, quiere una evaluación de un psiquiatra diferente», comentó.

Ante la solicitud, la jueza del Tribunal Superior de Los Ángeles, Maria Cavaluzzi, accedió a la petición, ordenó una nueva evaluación y fijó una nueva audiencia para el próximo 29 de mayo. La fiscalía sostiene que Carwyle acosó a la protagonista de 'Friends' durante al menos dos años a través de múltiples mensajes de voz, correos electrónicos y publicaciones en redes sociales.

Según la investigación de las autoridades, el acoso hacia Aniston culminó el pasado 5 de mayo, cuando Jimmy Wayne condujo su coche y lo estrelló contra la puerta principal de la mansión de las estrella, causando importantes daños materiales. Según se reveló, Jennifer se encontraba dentro de la vivienda cuando ocurrieron los hechos, aunque no hubo contacto directo entre ella y el acusado.

Carwyle fue arrestado y acusado formalmente de acoso y vandalismo, cargos de los cuales se declaró como no culpable en su primera comparecencia judicial, donde también se suspendió el proceso penal para que pudiese someterse a una evaluación mental. Hasta el momento, el hombre permanece bajo custodia y está sujeto a una orden judicial que le prohíbe cualquier tipo de contacto o proximidad con la actriz.

Finalmente, Jimmy se enfrenta a un cargo con la agravante de amenaza de causar lesiones corporales graves, lo que podría acarrearle una condena de hasta tres años de prisión si finalmente es considerado apto para juicio y hallado culpable. No obstante, si en la nueva evaluación médica vuelve a ser declarado mentalmente incompetente, la jueza Cavaluzzi podría ordenar su internamiento en un hospital psiquiátrico estatal para recibir tratamiento y continuar con las valoraciones correspondientes.