Abstinencia total para Froilán: hace el Ramadán para solidarizarse con sus compañeros de trabajo
Es la tercera vez que lo realiza y cada vez se le ve más integrado en su vida en Abu Dabi
Durante este período deberá quitar de su día la comida, la bebida, el tabaco y el sexo
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Froilán, junto a la Infanta Elena y su hermana, Victoria Federica, en una corrida de toros.
Sometido a muchas controversias, lo que no se puede negar es que Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, o simplemente Froilán, es un muchacho abierto a nuevas experiencias. Pero lo último nadie lo vio venir: hace ... el Ramadán. Es decir, nada de comida, bebida, tabaco ni sexo.
No es que de repente se haya reconvertido espiritualmente, ni mucho menos, sino que todo tiene un origen empático. Así al menos lo ha asegurado el periodista Aurelio Manzano, quien ha avanzado que se ha adentrado en las profundidades del Ramadán en un gesto de «solidaridad» hacia sus compañeros y amigos en Abu Dabi, donde reside desde hace tiempo junto a su querido don Juan Carlos I, el rey emérito.
«Lo hace porque quiere empatizar con sus compañeros de trabajo. Si todos están haciendo el Ramadán, él no va a llegar y se va a sacar una comida. Me parece maravilloso que empatice con la gente, más allá de lo que significa para los musulmanes», ha asegurado Aurelio Manzano en el programa 'Todo es mentira', de Risto Mejide. Y parece que el sobrino del Rey Felipe VI le ha cogido gusto a la cosa, pues el periodista advierte que «lo ha hecho ya tres veces».
Completamente integrado en Abu Dabi
Este detalle es la evidencia de que Froilán, de 26 años, cada vez se siente más cómodo e integrado en la vida de Abu Dabi, donde lleva residiendo desde hace dos años. Allí se fue para abrazar nuevas perspectivas personales y profesionales, del brazo del emérito, y allí sigue.
En su nuevo asentamiento profesional y vital permanece alejado de todo lo que tiene que ver con la Casa Real española y parece que tampoco le ha costado adaptarse a otras culturas. De hecho, y ahí están las pruebas, él también está poniendo mucho de su parte para vivir más integrado.
Desde el 28 de febrero está practicando el Ramadán, el ayuno islámico, una creencia religiosa que también es una forma de vida. Durante 30 días no se puede comer, beber, fumar ni practicar sexo durante el día, aunque solo de noche. Quizá esta última circunstancia alivie un tanto los sacrificios de Froilán.
Una manera de acercarse a Dios
El Ramadán, el noveno mes del calendario islámico, es el mes más sagrado para los musulmanes y el ayuno se practica como una manera de acercarse a Dios basada en la abstinencia desde el amanecer hasta la puesta del sol. Es una obligación religiosa para los musulmanes adultos, si bien tiene excepciones. Así, no están obligadas a ayunar las mujeres embarazadas, las personas enfermas, ancianos, viajeros y niños.
Antes del amanecer llega el llamado suhoor, una comida que se toma al despertar para proporcionar energía durante toda la jornada y luego, ya al atardecer, el ayuno se rompe con el iftar, que comienza con dátiles y agua antes de pasar a platos más elaborados.
No obstante, también hay que advertir que Froilán no ha cambiado de pronto su espiritualidad, pues no comparte la fe, pero sí ha querido mostrar solidaridad y empatía con sus compañeros de trabajo y amigos, por lo que mantiene el mismo horario alimenticio y privativo que ellos durante la abstinencia.
Froilán abandonó Madrid en 2023 para comenzar una nueva carrera profesional bajo la tutela de su abuelo, muy amigo del jeque Mohamed bin Zayed y, por lo tanto, poseedor de inmejorables contactos a todos los niveles. El nieto del emérito trabaja actualmente en una multinacional como asistente realizando tareas relacionadas con el marketing, las relaciones públicas y la logística. El sueldo que recibe es acorde a su puesto y comparte piso con otros jóvenes de su edad.
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