El tsunami de Britney Spears
La guerra financiero-legal entre Jamie Spears y su hija ha dado paso a una oleada de arrepentimiento por parte de muchos de los implicados en el tratamiento de este caso
Qué le ha pasado a Britney Spears
Britney Spears
El documental «Framing Britney Spears » y la derrota del padre de la artista en los tribunales han provocado una reacción en cadena: los medios reconocen sus excesos por lograr audiencia y muchos, como Justin Timberlake , se disculpan por la misoginia con ... que la juzgaron.
La guerra financiero-legal entre Jamie Spears y su hija, Britney ha dado paso a una oleada de arrepentimiento por parte de muchos de los implicados en el tratamiento de este caso. ¿Ha habido una doble moral a la hora de informar sobre los problemas mentales de la artista? ¿Es la misoginia responsable de una visión sesgada y cruel en el «juicio mediático» que ha recibido a lo largo de estos años?
Brenda Penny , jueza de Los Ángeles, dictaminó que la tutela compartida era es la solución para resolver, por ahora, el conflicto entre padre e hija: Jamie, por un lado, solicitaba mantener la situación por el control absoluto de las finanzas de su hija ; Britney, por otra parte, había solicitado el cambio de dicha tutela por otra persona debido «al miedo que ella siente hacia su padre». Finalmente, ambas partes deberán ceder en sus intenciones con esta resolución judicial, en la que concede a Bessemer Trust la tutela compartida a partes iguales. El próximo 17 de marzo tendrán otra cita en la Corte Suprema de Los Ángeles.
Bessemer Trust es un fondo de inversiones que maneja 140 mil millones de dólares y la fortuna de 2.500 familias de todo el mundo. Creado en 1907 por la familia Phipps, recibió un empujón financiero tras la venta los negocios de Andrew Carnegie , empresario del acero y filántropo: su apellido puso nombre a la mítica Carnegie Hall, en la Séptima Avenida de Nueva York, un centro cultural con tres auditorios, corazón de la cultura de la Gran Manzana, «Servir, no vender» es uno de los conceptos con este fondo que desde ahora estará al servicio de la carrera musical de Britney Spears , que lleva más de dos años sin actuar en directo y que rechaza su vuelta a los escenarios hasta solucionar el conflicto con su padre.
Como contamos en estas páginas, el documental «Framing Britney Spears», producido por «The New York Times», ha situado a la cantante en en el ojo del huracán informativo: desde su emisión, al hashtag #wearesorrybritney (te pedimos perdón, Brintney) se han ido sumando periodistas y medios de comunicación cuya labor ha sido cuestionada por el documental. La BBC recuerda que la letra de «My prerogative» era toda una declaración de principios de la estrella: «Todo el mundo habla de toda esta mierda sobre mí. ¿Por qué no se conforman con dejarme vivir?». Ahora, revistas como «Glamour» o blogueros como Pérez Hilton , una de las lenguas más viperinas del corazón «made in USA», reconocen haber sido injustos con alguien que padecía una enfermedad mental, de la que se aprovecharon para alimentar titulares escandalosos. «Fui desagradable, mala persona, desconsiderado, horrible. Tengo que pedirle disculpas, no sólo en público, también en persona», ha reconocido Pérez Hilton en su podcast.
Una de las parejas de la artista, Justin Timberlake (salieron juntos desde 1999 hasta 2002), es retratado como un ambicioso que aprovecha toda la atención mediática para anunciar una ruptura que lanzó su carrera en solitario tras abandonar la «boy band» que le dio a conocer, N*Sync. No sólo se ha disculpado con Britney, también con Janet Jackson, son quien actuó en una Super Bowl que hundió la carrera de la hermana de Michael : ella remató el show enseñando un pezón y saltaron todas las alarmas. Justin nunca la apoyó públicamente, como si lo sucedido fuera un crimen.
En una carta publicada en su perfil, Justin ha reconocido haberse «beneficiado de un sistema que perdona la misoginia y el racismo». El cantante ha confesado lamentarse «profundamente por los momentos de mi vida en que mis acciones contribuyeron al problema porque no defendí lo correcto».
Parece que poco a poco, sentencia a sentencia, disculpa a disculpa, Britney puede recuperar el honor y la libertad perdidas.