Los trece años de 'condena' de Britney Spears

¿El motivo? Su ingreso en un centro psiquiátrico tras sufrir varios ataques psicóticos debido a la presión mediática de la que era objeto y a una fama temprana que le resultó difícil de asimilar y que la llevaron a cometer errores, tal y como aseguró la artista años después cuando ya había cambiado de década y pasado página.

Uno de los momentos más oscuros, según sus propias palabras, se produjo cuando fue fotografiada con su primer hijo , un bebé, sentado en su regazo mientras ella conducía un coche . Corría el año 2006. En otro, se rapó el pelo por completo. Una interminable fiesta con Lindsay Lohan y Paris Hilton para celebrar el nacimiento de su segundo vástago motivó su divorcio en 2007 .

La «princesa del pop» pasó por momentos complicados en su juventud en los que se dijo que el alcohol y las drogas estuvieron presentes. «Mis 20 años fueron terribles; mis 30 están siendo mucho mejores», explicó, tras haber estado una temporada alejada de los focos, priorizando su recuperación.

No obstante, la medida temporal, la de la tutela, se convirtió en permanente porque, en teoría, la favorecía de cara a recuperar la custodia de sus hijos. La cantante, en la cúspide de su estrellato, ha pasado, al final, más de una década 'prisionera ' en una jaula de oro convertida en pesadilla. Su progenitor ha controlado su carrera, su fortuna, valorada en más de 60 millones de dólares, y todos los los detalles importantes o triviales de su vida pública y privada. Hasta le impuso colocarse un DIU, según ha asegurado la artista.

Durante ese tiempo, la «princesa del pop» ha estado obligada a acudir tres veces por semana al psiquiatrae e, incluso, en una ocasión fue forzada a ingresar en un centro de salud mental . ¿La causa? No acudir a un ensayo. Y es que trabajar sin cesar se convirtió en otra de sus actividades forzosas, por no decir la principal. Spears, hastiada de estar sometida al yugo paterno comenzó a reclamar su libertad, una lucha en la que contó con la ayuda de sus fans que acabaron convirtiendo ese objetivo en un movimiento social.

Jamie, quien de protector y amante cuidador de su hija, como fue considerado tras los brotes que sufrió «por ser un peligro para ella misma», pasó a ser visto por muchos con el paso del tiempo como un ser «déspota que explotaba laboralmente a Britney», con la que tuvo un «comportamiento cruel». Así lo manifestó sin tapujos el abogado de la cantante, Mathew Rosengart, este verano, una vez empezada la batalla legal para acabar con esa tutela paterna. A Jamie le han llegado a acusar, incluso, de malversar el dinero de su hija , un asunto aún por aclarar.

El letrado aseveró que éste «abusó» de ella, no solo durante el tiempo en que permaneció bajo su 'vigilancia', sino desde la infancia. Las primeras declaraciones de Britney en el juicio sobre cómo era su vida y el «control desorbitado» al que era sometida dieron la vuelta al mundo en junio. El episodio de un 'poscad' se unió al movimiento creado por sus fans en el 'hashtag' denominado #FreeBritney . La pelea por su libertad fue ya imparable.

Tras más de un año de batallar en los juzgados, su padre, cuya figura cayó en picado, renunció, sorpresivamente, a su tutela el pasado mes de agosto, aunque no concretó desde qué fecha. Este viernes la estrella del pop la recuperó más de una década después, cuando está a punto de cumplir 40 años: el próximo 2 de diciembre . Britney toma por fin las riendas de su vida. Podrá casarse, como desea, y tener más hijos. Es dueña y señora de sus decisiones, de sus aciertos y de sus fracasos.