Tomás Guitarte, de Teruel Existe: «Yo vengo a Madrid para ganar menos de lo que ganaba»
Aparcó su carrera como arquitecto para dar voz a la España vaciada. Está casado y tiene tres hijos
Sus ojos aún se humedecen al recordar el germen del movimiento ciudadano en el que ha invertido su empeño y entusiasmo durante más de dos décadas. Las imágenes reviven rápidamente en la memoria de Tomás Guitarte , quien aparta la taza de café para ... relatar el accidente laboral que un joven de 20 años sufrió en una obra de un pueblo a 15 kilómetros de Teruel, en 1998. Por aquel entonces, no había servicio de ambulancias en la provincia, solo una furgoneta que conducían los chicos que hacían la mili en la Cruz Roja. «Falleció porque no había ambulancias. La familia decidió donar todos los órganos y en seguida, llegó de Madrid un helicóptero tigre alta tecnología con visión nocturna. Los que estaban en la UCI quedaron escandalizados y surgieron varias plataformas para defender Teruel», relata.
El médico que atendió a la víctima en el hospital hoy es el número dos de la lista de Teruel Existe, que lidera Tomás Guitarte, un arquitecto vocacional y anónimo hasta noviembre de 2019 cuando logró un escaño. Puso rostro y voz a la España vaciada dentro del Congreso. Un hombre cercano, gran conversador, capaz de hablar horas y horas de las maravillas de su Cutanda natal, una localidad con 52 habitantes y un bar, perteneciente al municipio de Calamocha, en el Jiloca, provincia de Teruel. El pasado domingo, celebró su 60 cumpleaños convidando a un vermut a los vecinos.
¿Cómo es su rutina desde que entró al Congreso?
Suelo estar en Madrid de lunes por la tardes a viernes y el fin de semana en Cutanda. Si vengo yo solo, recurro a un hotel, últimamente el Ibis de la calle Prado. Y si vengo en grupo con los dos senadores que tenemos, nos alojamos en un apartamento para compartir horas de trabajo. Me levanto sobre las 06.30 y desayuno una buena tostada de hogaza, con aceite, ajo y jamón de Teruel y un café.
¿Cuánto tarda desde Cutanda a Madrid?
Voy de Cutanda a Calatayud en coche particular (una hora y pico), y luego una hora más de AVE. A veces, si el horario no coincide, tengo que irme a Zaragoza a 112 kilómetros de Cutanda. Cuando estoy en Teruel porque he tenido una reunión antes, me resulta más fácil bajar a coger el AVE a Valencia. En cualquier caso hay una hora de coche particular antes de poder coger el AVE. Una de mis reivindicaciones fue que el AVE Madrid-Valencia, que para en Cuenca, pasara por Teruel. Solo suponía ocho minutos más de desplazamiento y 25 kilómetros. Al final no se hizo.
Antes de dar el salto a la política ejercía como arquitecto.
Yo sigo teniendo mi despacho, pero no trabajo. Vengo aquí para ganar menos dinero de lo que ganaba, gano bastante menos como diputado que como arquitecto. Lo hago por un compromiso con el movimiento al que dediqué mi tiempo libre desde que se creó; fundamos un centro de estudios de Jiloca, asociaciones culturales, reuniones vecinales... A mí me cuesta llamarme político, no me veo como tal. Soy un ciudadano que hace un año estaba en la calle. La gente viene a mi casa para contarme lo que le preocupa. Tengo puertas abiertas.
¿Con quién se lleva mejor del Congreso?
Por proximidad, tengo más relación con el grupo mixto; Ana Oramas o José María Mazón. Con Abascal que se ha metido mucho conmigo también hablo. Pero nunca he recibido un mal gesto o una mala cara de nadie.
Muchos no entendieron que apoyara la investidura de Sánchez.
En Teruel lo entendieron todos, aquí no. No te creas el 50% de lo publicado en Internet sobre mí porque se hizo una campaña de desprestigio. No tengo redes sociales y esas semanas me crearon perfiles de Twitter falsos. Me quejé porque a mis hijos los acosaban a través de las redes. Ese año sacaron peores notas, siempre habían sacado sobresalientes y pasaron a bien. Hicieron pintadas en mi pueblo, recibí 10.000 correos pidiendo que no le apoyase.
¿Cómo es su vida familiar?
Llevo 30 años casado. Conocí a mi mujer en un grupo de amigos que editábamos una revista – ‘Rechitos’, revista de la Emigración Aragonesa – mientras estudiábamos en Valencia. Asume lo que hago porque lo ha conocido desde el principio, todo el tiempo que tenemos lo dedicamos al movimiento. Ella es licenciada en Biológicas y especializada en los estudios ambientales y en el urbanismo. Tenemos tres hijos; el mayor estudia arquitectura, el segundo ADE y la tercera Enfermería.
¿Sigue los programas de corazón?
Veo muy poco la televisión. Sé que existe ‘Sálvame’, ‘Sálvame naranja’... Pero me aburren esos programas. Si me llamase Jorge Javier Vázquez iría, que no los vea no significa que tenga prevención contra ellos. Pero si tengo dos horas, prefiero ver una película o programas políticos.
¿Qué hace para desconectar?
Me encanta caminar por el monte, en 100 metros estás en la naturaleza, tienes bosque y ríos. Hacemos trayectos de 20 kilómetros. Yo soy un enamorado de lo rural. Ahora estamos recuperando el camino de San Vicente Mártir. En mi juventud jugaba al rugby.
¿Es creyente?
Sí, sí, voy a misa. También me echaron en cara que habiéndome formado en un colegio religioso fuese a apoyar a los ‘socialcomunistas’.
¿A quién ha votado en su vida?
A todos, en la centralidad de la política entre el PP y PSOE. La gente me dice ‘entonces Ciudadanos’. No no, yo soy Teruel Existe y estoy aquí por un proyecto, la ideología no nos aporta nada.
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