La tenista Paula Badosa rompe con su entrenador y oficializa su amor por Juan Betancourt

Por ello, el pasado jueves cuando la tenista de 23 años anunció que rompía profesionalmente con él, la noticia causó cierto estupor en el mundo deportivo. El comunicado oficial lo envió justo después de caer eliminada en la segunda ronda del WTA 1.000 de Montreal ante Rebecca Marino y prácticamente, en el mismo momento en el que el modelo cubano Juan Betancourt publicaba en su Instagram una imagen en blanco y negro en la que aparecía abrazado a ella, junto a un elocuente «tan orgulloso» y un corazón.

Mientras la prensa deportiva recogía las palabras del comunicado en el que agradecía a su entrenador sus logros, la prensa social se frotaba las manos ante la nueva pareja sorpresa del verano.

«Javi me ha ayudado en un momento muy importante de mi carrera. Ha sabido transmitirme la calma necesaria para volver a encontrar el rumbo y es algo que siempre voy a agradecer», declaraba Paula en el escrito difundido por su responsable de prensa. La tenista toma esta decisión en vísperas de dos torneos importantes de la gira americana; WTA Cincinnati y US Open 2021.

« La ruptura con su entrenador es cuanto menos sorprendente. Todo apunta a que ha sido por su noviazgo con Betancourt. A este nivel el tenis exige dedicación máxima y parece que se ha descentrado», declara a ABC una fuente del entorno de Badosa. Betancourt viajó a Montreal para apoyar a su nueva novia, dando buena cuenta de ello en su cuenta de Instagram y posando con la acreditación del torneo puesta. El modelo mantuvo previamente un noviazgo con la actriz Andrea Duro, mientras que Badosa salió con el presentador de ‘La Resistencia’ David Broncano.

Paula Badosa se crió en Begur (Gerona), aunque nació en Nueva York puesto que sus padres trabajaron allí durante 13 años como modelos y posteriormente como fotógrafos. Empuñó por primera vez una raqueta a los siete años, durante un campamento, y nunca más la soltó. A lo largo de su carrera, ha atravesado por episodios oscuros. «En 2015 ganó Roland Garros Junior, era una grandísima promesa. Es muy buena, pero le explotó todo y pasó a ser un juguete roto. Entró en depresión y la rescató Xavier Budó, el extécnico de Carla Suárez», apunta la misma fuente.

Durante este año, ha afrontado momentos turbulentos como los 21 días de encierro que vivió en Melbourne con el Open de Australia después de dar positivo. El pasado mayo saboreó en Roland Garros los cuartos de final, la misma ronda que alcanzó en estos Juegos de Tokio, a los que dijo adiós por un golpe de calor.