Así reescribiría Rocío Carrasco la historia con sus hijos

Desde que saliese a la luz su relación, la pareja ha ocupado las portadas del cuché casi semanalmente, primero con su juvenil historia de amor y después con su guerra sin cuartel, donde no han faltado entrevistas televisivas, exclusivas bien pagadas .

Aunque desde un primer momento, la relación entre Rocío y Antonio David fue turbulenta y llena de altibajos, no fue hasta el verano de 1999 cuando la pareja decide separarse y en enero de 2001 firman los papeles del divorcio. En ese momento, la Justicia se pronunció a favor de la madre cuando se planteó la cuestión de la guarda y custodia de los dos pequeños . Llegaron a un acuerdo por el cual su ex marido debería abonarle mensualmente 140.000 de las antiguas pesetas para gastos de los niños (70.000 por cada uno), y tenía derecho al régimen de visitas estipulado. Como el yerno de la Jurado no quedó conforme con el resultado, optó por el recurso y la Audiencia Provincial de Madrid dictaminó sentencia en contra de ese recurso, es decir, la madre continuó con la custodia de los niños y el padre tendría que pasar la manutención estipulada. «Tras un análisis en profundidad de la personalidad, condiciones y aptitudes de cada uno así como de sus hijos se concluye que éstos cuentan al lado de su madre de un medio estable y organizado de acuerdo con su edad y propias necesidades, no detectándose necesidad de cambio», se puede leer en la sentencia. En cuanto a la compensación económica que el ex guardia civil pedía, la sentencia se pronunció con claridad: «El matrimonio, por la fama y notoriedad de la esposa y su familia , ha supuesto para el señor Flores una indiscutible ayuda para su promoción social y de la que él se ha servido para lograr una situación profesional y pecuniaria muy superior a la que disfrutaba en su condición de funcionario público antes del matrimonio, disponiendo de unos ingresos por la explotación de la propia imagen en distintos medios de comunicación que le permiten un holgado nivel de vida que excluye toda ayuda de su esposa por más que los recursos de ésta se sitúen en un tramo superior».

Durante la serie documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', emitida el pasado año. La hija de 'la más grande' explica el motivo por el cual a pesar de que en un principio se le otorgó la custodia a ella, ocurrió un instante de debilidad el que hizo que todo cambiara. Todo ocurrió en 2003 cuando pensó «que quizás si yo accedía a que él estuviera más tiempo con los niños, me iba a dejar en paz porque supuestamente había conseguido lo que quería», dijo en relación a los constantes ataques televisivos que recibía por parte de su exmarido a través de 'Crónicas marcianas', programa en el que colaboraba. «En un momento de flaqueza me planteo darle a los niños , me planteo no seguir luchando porque vivía en un estado de alerta y pánico que de repente dije 'mira, ya está'. Al final era la ley salomónica, no lo partes por la mitad y aunque no sea tuyo llévatelo. No les hagas más daño y no hagas más daño al conjunto de la familia en general», por lo que decidió hacer un convenio para que los niños pudieran pasar quince días en cada casa.

Este acuerdo tenía una duración de un año y una cláusula de confidencialidad, así como un punto en el que se convenía que si se incumplían algunas de los puntos se volvería a la situación anterior. Una decisión suya propia y no judicial, aunque él pidió hacerlo público y elevarlo a la categoría judicial con la intención -según Rocío Carrasco- de poder tener control sobre la parte de la herencia que les iba a tocar a los niños.

Este martes, Rocío Carrasco acudió a 'El programa de Ana Rosa' como invitada especial. «Me encantaría reescribir mi historia. Qué duda cabe que si lo pudiera hacer mis hijos hoy estarían conmigo. Cometí el error de dar la custodia compartida a un psicópata. Lo hice porque no quería hacer daño a dos niños pequeños», declaró visiblemente emocionada. Respecto al famoso episodio violento de Rocío Flores contra su madre, Carrasco señaló que «para mí no es un plato de gusto porque de este episodio se sigue hablando y lo único que genera es dolor en ella, en mí y en todos. A ella le supone dolor, a mí me supone tener que revivir otra vez lo mismo. Yo he salido hace seis meses de estar bajo tierra. En ese tiempo no puedo cambiar todo lo que se ha formado. No puedo cambiar esa bola en la que ha crecido todo el mundo y esa mentira en la que ha crecido ella». Tras lo cual pidió que se deje a un lado a su hija : «A mí me mata y a ella le causa dolor. Vamos a centrarnos en la otra parte de mi vida, que es la que tengo que seguir contando para ir hacia delante», y que no está capacitada emocional, médica ni personalmente para dar pasos que le piden a diario: «Las circunstancias no son las más adecuadas. Tengo esperanza de que algún día se pongan las cosas en su sitio y cada uno sea consecuente y consciente. Necesito tiempo para recuperarme ». «A lo mejor no habría hecho las cosas como las hice porque todo lo que hice fue mirando por la cara, la mente y la salud emocional de esos dos niños. Aunque todo eso fue un error para mí», añadió.