La princesa Mako de Japón y su prometido, los 'megxit' japoneses

La disputa rodeaba a la madre de Komuro y a un antiguo prometido suyo en torno a un dinero empleado, en parte, en la educación del joven, y dominó la prensa sensacionalista japonesa hasta el punto de que provocó el aplazamiento de la fecha inicial de la boda, prevista en un momento para 2018, informa Ep.

En abril, Komuro emitió un comunicado buscando corregir lo que llamó malentendidos entre el público sobre el estado financiero de su madre. Poco después de publicar el comunicado, Komuro se ofreció a hacer un pago al antiguo prometido de su madre en un esfuerzo por resolver la disputa monetaria, pero no ha habido avances en el caso desde entonces.

Tras la boda, la novia deberá abandonar la Corte Imperial al casarse con alguien considerado como 'plebeyo' pero es más, está previsto que la joven pareja se marche de Japón para refugiarse en EE.UU . allí vivirán de sus ingresos ya que si bien la princesa tiene derecho a una importante cantidad de dinero para sufragar su partida (unos 1,1 millones de euros) se espera que Mako renuncie a esta dote para no despertar la animadversión de la población, en una decisión sin precedentes en la historia de la posguerra de Japón.

Meses de presión han pasado factura a la joven princesa de 29 años. En el mismo anuncio de la boda, la Casa Imperial ha confirmado que la joven princesa padece episodios de síndrome de estrés postraumático , informa la agencia oficial de noticias japonesa Kyodo.

Se espera que la princesa Mako y Komuro se muden a los Estados Unidos para comenzar su nueva vida después de que la princesa deje a la familia imperial y obtenga un pasaporte y un visado convirtiéndose así en los nuevos Harry y Meghan de Japón.