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OPEN AUSTRALIA

Naomi Osaka, una máquina de hacer dinero fuera de la cancha

Joven, reivindicativa y de belleza exótica, facturó 34,2 millones de euros liderando el podio de las deportistas mejor pagadas del mundo

La tenista Naomi Osaka GTRES
Ana Mellado

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Despierta la misma fascinación y respeto en el circuito oficial de tenis de la WTA que en las agencias de publicidad más poderosas del mundo. Dueña de un servicio veloz y un golpe sofocante, nadie la quiere al otro lado de la red como adversaria – ... que le pregunten a nuestra Garbiñe Muguruza– pero todos se la rifan cuando suelta la raqueta para promocionar todo tipo de marcas. Tiene el mismo desparpajo para calzarse unas Nike último modelo que para vender unos fideos instantáneos. Naomi Osaka puede considerarse un soporte perfecto y completo, capaz de conectar con las masas y convertir en oro todo lo que toca. Juventud, belleza, mestizaje y ejemplo de éxito deportivo. De 23 años, madre nipona y padre haitiano, nació en Japón pero se ha criado en Florida. «Forbes» la define como la reina del marketing y hace hincapié en que tenía sólo un año cuando Serena Williams ganó su primer título de Grand Slam en 1999. Diecinueve años después, Osaka venció a Williams en la final del Abierto de Estados Unidos para ganar su primer Grand Slam. Esta madrugada volvieron a verse las caras en la Rod Laver Arena del Abierto de Australia .

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