Los Morancos: «Los políticos cada día nos lo ponen más a huevo»

Han tenido que suspender dos semanas sus representaciones por el positivo de Jorge. ¿Está bien o ahora quedan secuelas?

Jorge Cadaval: Por suerte no lo he pasado mal. Me enteré haciéndome un test que cada semana realizábamos al venir a Madrid. Mi hermano César nada, pero mi marido también dio positivo. Es una enfermedad que te estigmatiza porque todo el mundo comenta que aunque estés bien al día siguiente igual te ingresan, que cuidado con el octavo día por la crisis. Estás en un sinvivir pero yo no me he enterado. Por desgracia no podemos alargar más días porque estaremos todo junio en Valencia en el teatro Olimpia. En Madrid hemos funcionado que da gloria bendita y sólo puedo dar gracias y así se lo decimos al público.

César: Yo he estado rozando ya que me he confinado dos veces por amigos que dieron positivo, pero no lo he pillado. Tengo 57 años y estoy esperando a que me llamen para la vacuna.

Los artistas lo han pasado francamente mal porque salvo Madrid en pocas ciudades se ha podido trabajar.

Jorge: tengo compañeros que las están pasando putas. En octubre decidimos lanzarnos y estrenar en Madrid y a ver lo que pasaba.

César: Nosotros hemos podido trabajar bien durante estos seis meses tomando todas las medidas. Hay que hacer lo mismo en el fútbol o en los toros porque hay mucha gente que depende de esto para vivir. Madrid ha sido una excepción y es un ejemplo para el resto.

El humor ha sido una medicina en estos meses de tanta tristeza.

César: Pienso que ha sido muy necesario y es que además lo he sentido en el teatro cuando la gente al terminar te daba un cariño especial. El ambiente ha sido diferente y eso se sentía incluso a través de la mascarilla.

Jorge: El humor siempre es importante. La vida hay que tomársela con humor y como decían mis padres “las penas no hay que trabajarlas”. No hay que reírse de nadie, pero con respeto y buen talante hay que poner una sonrisa.

¿Nos reímos de otras cosas en tiempos de pandemia?

César: La gente tiene ganas de reírse, pero es verdad que en España antes siempre se podía hablar de todo y hoy cualquier cosa provoca enfados por lo que hay que tener ciertos cuidados. Ya ni te cuento en redes sociales. En cierta manera hemos retrocedido ya que hay más censura que años atrás.

Jorge: Hay intolerancia a todo, pero te diré que nosotros lo primero que hacemos es reírnos de nosotros mismos.

¿Los políticos actuales dan risa o pena?

Jorge: Hoy lo tienen muy mal porque la ciudadanía no estamos contentos. Hay que dar ejemplo y la clase política hace cosas tremendas como los que se han vacunado saltándose el orden.

César: Cada día nos lo ponen más a huevo y es que la crispación que hoy se siente la han provocado ellos por eso la gente necesita reírse de ellos.

¿Jorge cómo se llega a 19 años de amor con su marido?

Jorge: Volvería a vivir cada momento con los ojos cerrados. Desde el día que nos conocimos en un bar amanezco a diario con él. No hay cosa que más me guste que verle despertar con los ojos llenos de legañas. Esa cara me vuelve loco.

¿Al final la familia es lo único que importa?

Jorge: La familia y los amigos son la base de todo. Y vivir la vida en el día. Nunca dejes para mañana celebrar o estrenar algo.

César: Somos muy familiares. Yo tengo hasta nietos.

César tiene un hijo torero y otro actor. ¿Con cuál se sufre más?

César: El miedo real lo paso con el torero porque se juega la vida. Le acompaño a la plaza porque me lo pide y disfruto, pero claro que se sufre. Mi profesión hace que te pierdas mucho de la familia. No paso ningún fin de semana en casa cuando salgo de gira y mi mujer Patricia lo entiende, pero evidentemente echo de menos muchas cosas que no he vivido.

Después de 40 años trabajando tendrán un buen patrimonio.

Jorge: Las cabezas las hemos tenido siempre muy en nuestra familia y en pagar las cosas. No importa tener dinero para seguir trabajando ya que no creo en las limitaciones y encima me vuelve loco lo que hago. Lo que no creo que haga es seguir en activo con setenta y tantos años. Para entonces espero estar tranquilo en mi adorada Cádiz y allí esperaré a que vuelva del trabajo mi marido.

César: Evidentemente hemos ganado dinero y eso nos ha dado más comodidad en la vida tras 40 años de trabajo, pero el Fisco también ha ganado con nosotros.