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Miguel Bosé: «Es mejor ser mi perro que mi novio»

Jordi Évole ha visitado a ‘su amigo’ Miguel Bosé en México y le ha hecho hablar del amor, del desamor, de sus hijos… Y de Nacho Palau, sin nombrarle

¿Por qué tiene Miguel Bosé la voz rara?

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Miguel Bosé reafirma su negacionismo: «¿Dónde está el virus?, ¿dónde? ¿dónde está?»

Miguel Bosé, durante la entrevista

Antonio Albert

En su paraíso mexicano, ahora en plena primavera de jacarandas en flor, Miguel Bosé se reconoce 'poco sociable': «Yo lo que he sido es salvaje», matiza. «He vivido años en los que descubrí la parte oscura que todos tenemos. Drogas, sexo a lo ... bestia, tabaco, sustancias, hampa… Todo. Y todo, por un desamor». Fue a finales de los años 80 cuando conoció a quien tanto le marcó, ese amor que le dejó por una mujer y siguió una carrera meteórica hacia el poder, que ahora acaricia con los dedos. Y con los votos. Fue una relación de la que todos sus amigos evitan hablar porque reconocen el daño que le infligió y el tiempo que le tomó superarla. Esa fue una época de perdición en la que el cantante sólo conoció la luna, la noche y esa parte oscura que, según Miguel Bosé, «era necesaria porque estaba ligada a la creatividad». Pero ese placer que le procuraban «los espíritus de las drogas» le acompañaron, y mucho, hasta hace siete años: «He llegado a consumir casi dos gramos (de cocaína) diarios, más el fumar, 'maría', éxtasis…», relata el mismo hombre que ahora no quiere meterse una dosis de vacuna contra la Covid-19. La decisión de cortar por lo sano vino con la responsabilidad, «ya habían nacido mis hijos», aunque también por la saturación, por el reconocimiento de haber vivido una etapa y, así, de poder cerrarla.

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