María Peláe: «Cuando Lolita Flores me dijo que tenía su respeto y el de su madre, me derretí por segundos»

¿Cómo vivió esa final de 'Tu cara me suena'

La hemos vivido todos con el nudito en la garganta y una mezcla de alegría y pena. Fue como el día de una boda. Estábamos todos muy emocionados porque ha sido un viaje muy bonito y encima nos hemos compenetrado tan bien y hemos sacado personas para siempre. El pensar que era un adiós nos dejó bastante tocados.

¿Qué balance hace de su paso por el programa?

El de trabajar mucho porque desde septiembre prácticamente no he tenido vida. Ha sido el programa mezclado con la gira y la preparación del disco, perdiendo kilos por día. Las expectativas las he superado con creces porque me he visto en situaciones que creía que no iba a ser capaz de poder hacer: cantar en inglés, hacer de Madonna o de Camilo, cantar con Pastora Soler haciendo yo de Pastora Soler...

Por curiosidad, ¿por qué le llaman la Lola Flores moderna?

También me lo pregunto (risas). Si mi abuela escuchara eso diría que se enojaría Dios porque es verdad que es algo tan grande, con la admiración que le tengo, que me da mucho respeto escucharlo. Supongo que cuando empiezas a escuchar a alguien que no sabes bien dónde encaja, intentas buscar alguna referencia y yo es cierto que he mamao mucho de Lola Flores, de Mariana Cornejo…

Esa pasión por Lola Flores ¿se la traspasó su abuela?

Yo digo que es mi amor heredado. Mi abuela era muy fan de Lola Flores y yo de pequeña ver la admiración y el respeto que le tenía alguien a la que yo admiraba y respetaba más que era mi abuela, pues imagínate. Si mi abuela siente eso por esa mujer, tiene que ser por algo.

¿Qué le dijo Lolita de su actuación?

Lolita ha sido para mí algo muy grande, que me haya tendido la mano con ese respeto y ese cariño... Cuando terminé de cantar en la final (donde imitó a Lola Flores) y dijo que tenía su respeto y hablaba en nombre de ella y de la que está ahí arriba, me derretí por segundos.

No le ha debido de ser nada fácil compaginar el programa con su agenda pero tampoco lo fue en su momento compaginar su carrera musical con la carrera de antropología.

Los tiempos se te solapan pero la verdad es que es diferente porque cuando yo estaba estudiando antropología, estaba haciendo conciertos para poder pagar el alquiler. Ahora ha sido más locura y lo otro fue supervivencia.

Tampoco le fue sencillo costearse su carrera. ¿Llegó a sacar algún disco a través de crowdfunding?

Sí, estos han sido los juegos del hambre. Creo que el público muchas veces te conoce cuando ya vienes reventada y más que masticada por el trabajo. Durante muchos años no se vive de la música, se sobrevive. Ha sido un proceso complicado.

¿Ahora vive más que sobrevive con la música?

Ahora camino con la música. Puedo decir que me dedico solo y exclusivamente a esto. Durante mucho tiempo tuve que tener más trabajos para poder pagar el alquiler. Soy trabajadora social y antropóloga, pero antes trabajé de payasa en comuniones, en tiendas, como trabajadora social en un centro de Alzheimer, en desahucios... He trabajado de todo.

Pero quería hacer Medicina.

Iba a hacer Medicina, pero cuando estaba en el momento de enviar los papeles fue justo cuando di mi primer concierto. Me cambió tanto la cabeza que me propuse cogerme otra carrera que no me llevase tanto tiempo para poder intentarlo en la música.

¿Y sus padres se lo tomaron bien?

Siempre he sido muy coherente y saben que, cuando decido algo, no es por un impulso, sino por una creencia real. Sabían además que yo iba a seguir estudiando y trabajando.

¿Cómo fue su infancia?

Muy bonita y es verdad que yo siempre he sido muy cojonuda. Mi padre siempre me ha llamado vinagre o la defensora del pueblo porque siempre estaba enfadada con las cosas. Lo de no poder callarme me viene de lejos. A nivel familiar he tenido mucha suerte y además son de arte y de música, además de sentido del humor, que esto último es lo más importante que me han podido enseñar a la par de la música. En mi casa siempre han sido siempre muy de rumba. Un ejemplo es que cuando me vine a vivir a Madrid escuché la canción de 'Cumpleaños feliz' y me extrañó porque yo siempre la había escuchado en versión rumbera.

Siempre ha sido una artista muy comprometida,

Creo que va en la forma de ser de cada uno. Yo he sido y seré comprometida, me conozca más o menos gente. Es algo que va en la forma de ser y también en tus prioridades. Es cierto que si tienes un altavoz para reivindicar unas cosas, intentas soltar alguna que otra perla, como hago yo. No me puedo callar porque me enveneno.

¿En qué se inspira para componer?

En lo que veo, en lo que siento y es verdad que, en el caso de Alba Reig y yo, que siempre solemos componer juntas, empezamos normalmente por el mensaje que queremos decir y, a partir de ahí, construimos la canción.

¿Cuántos palos se habrá llevado con algunas de las letras de sus canciones?

Alguno que otro pero no he salido muy escaldada, como dice mi madre. Podría haber salido peor. Alguna que otra cosita pero en el momento que abres la boca, evidentemente te va a caer algo y más cuando te mojas. Tampoco intento adoctrinar ni pensar que lo sé todo, simplemente digo lo que pienso y además desde el mayor respeto y abierta a escuchar cualquier tipo de cosa contraria a lo que estoy diciendo.

¿Esas letras molestan menos que antes?

No sé qué decirte, lo mismo molestan más porque las escucha más gente. Es verdad que ahora me pienso mucho las cosas pero aunque sea más consciente, intento que no le reste naturalidad a lo que digo.

¿Lleva bien las críticas en redes sociales?

Intento no ver algunas cosas. El mundo Twitter es un campo de minas (risas). Ha habido cosas que he puesto de broma o incluso bonitas y me ha caído el chaparrón, pero intento no indagar mucho.