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Lina Morgan dejó viudo

Lo más novedoso son las declaraciones de Daniel Pontes, hombre para todo de Lina, durante muchos años

Lina Morgan Gtres
Ángel Antonio Herrera

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Lunes

El programa ‘Lazos de sangre’ resucita la figura de Lina Morgan , la apasionante figura de enigma de Lina Morgan. Ana Obregón no quiso hacer cháchara de chisme, pero en algún momento alguien arriesgó que Lina fue bisexual. Lo más novedoso, no ... obstante, son las declaraciones de Daniel Pontes , hombre para todo de Lina, durante muchos años . Daniel llevaba callado media vida, pero ha hecho una confesión de hombre ceñido, que es lo que es: «Me quedó el piso». De modo que, efectivamente, Lina le incluyó en la herencia. Heredero universal, más concretamente. Daniel trabajó con Lina más de tres décadas, y merece que aquí le adornemos de familia. Lina, en los recodos últimos de su vida, armó una pareja de tres, ella, Daniel, y el padre Ángel . Si echamos un ojo a las fotos del último álbum familiar de la artista, tan huérfano de familia, resulta que una tarde posaba con el padre Ángel, y en la tarde siguiente posaba con Daniel Pontes, su chófer que era asistente doblado de amigo, o al contrario. Daniel, en los tramos finales de la vida de Lina, siempre está ahí, sin estar. Como que ella misma cedió en él una tutoría, cuando la salud ya era un abismo incurable. El piso que Lina le dejó, en Madrid, tiene casi trescientos metros, pero aclara Daniel que esa herencia no le ha cambiado la vida. Bueno, algo sí. Antes de la herencia, vivía en Alcorcón, con sus hijas, y ahí sigue, eso es cierto. Diríamos, tirando de alegrón verbal, que Lina quiso dejar dos viudos, pero dos viudos elegidos, durante la vida, bajo la precisión de lo meditado, aunque un único viudo, vía testamento, Daniel Pontes . Gravitó a menudo, sobre Lina, la fama de mujer malhumorada, pero eso no fue sino el modo de malnombrar su genio, que era determinación. El padre Ángel le gustaba, por su caracter de bonhomía, por su generosidad sin prólogos. Había colaborado muchas veces Lina con su institución benéfica, unas veces con aportaciones económicas y otras veces acudiendo a respaldar y animar los comedores sociales y otras iniciativas de su amigo. Lina y el padre Ángel se comunicaban, en las épocas últimas, mediante mensajes de móvil, porque Lina ya no podía hablar. Lina y Daniel se comunicaban con solo mirarse . Son privilegios de una vida entera cumpliendo de leal consorte sin serlo.

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