Lidia Torrent: «No opino de la vida de otros. Con la mía, me basta»

Ha comenzado el año saltado de Cuatro a Telecinco sin despeinarse.

Tenía ganas desde hacía tiempo de defender otro formato. Ha sido todo un regalo.

Es consciente que los realities dan una nueva visibilidad que luego hay que saber gestionar.

Cualquier profesión conlleva una responsabilidad. Ahora me enfrento a cosas nuevas y de ahí que sea una esponja. No suelo relajarme, sino justo lo contrario. Tengo inquietudes y ambiciones profesionales y me esfuerzo al máximo.

Repite con Carlos Sobera con quien ha trabajado en Cuatro.

Es un maestro. Se me cae la baba viéndole trabajar porque es un genio de la comunicación. Durante seis años he podido aprender a su lado y es que siempre he conectado tanto en lo humano como en lo profesional. Es bueno, generoso y encima divertido.

¿Alguna vez le han interesado los realities?

Mi primer trabajo en televisión fue participar en el debate de ‘GH 15’ cuando tenía 19 años. Desde entonces me enganché como espectadora.

¿Se ve carne de cañón para esos programas?

Prefiero quedarme a este lado del concurso, que es el que disfruto y me gusta.

¿Tiene muchos secretos que ocultar?

Quien diga que no tiene secretos miente. No sé si los míos son muy interesantes pero todos guardamos algo que podría sorprender.

¿Cuál es ese consejo que su madre, Elsa Anka, le repite sin parar?

Sabe lo exigente y dura que soy conmigo misma y por eso siempre me repite que disfrute mis trabajos, que no sufra con ese afán de perfeccionar que tengo.

Lleva seis años viviendo en Madrid. ¿Se siente a gusto?

Me encanta la ciudad, la gente… estoy enamorada. Soy toda una madrileña adoptiva.

Lleva tres años junto al modelo Jaime Astrain. ¿Es tiempo de avanzar o la boda y los bebés aún ni se comentan?

No hemos pensado nada, preferimos disfrutar este momento. Lo veo como algo lejano. Con todo lo que hemos vivido en los últimos años, he aprendido que no es bueno proyectar nada a largo plazo, sino vivir el ahora y a mis 27 años no pienso en boda ni en hijos.

Su tono es el de una mujer serena a la hora de hablar ante la cámara.

No es algo artificial, sino que va innato en mi forma de ser. Eso no quita la adrenalina que siento por dentro cada vez que me pongo en un directo.

¿Le molesta que le pidan selfis por la calle?

Desde niña estoy acostumbrada a vivir la popularidad a través de mi madre. Lo vea natural.

¿Hay algo que le saque de sus cabales?

Confieso que mi felicidad depende de que mi hermano pequeño esté bien. Tenemos un vínculo muy especial. Lo que me enerva es la mala educación.

¿Qué tiene su novio para haberla conquistado?

Sus valores y educación. Está muy arraigado a su familia, con quien forma un núcleo fuerte.

¿Qué mejoraría de usted?

Ser más paciente conmigo misma. Hasta que ha llegado esta oportunidad, me he frustrado y cuestionado mucho.

¿Había soñado la vida que tiene?

No recuerdo de niña con haber soñado estar en este mundo, llegué aquí más por curiosidad que por vocación. Pero me gusta lo que hago.

Han vetado a Kiko Rivera de ‘Secret Story’ por lo que ha dicho de su familia. ¿Es amiga de los escándalos?

Apoyo la decisión de la productora y Mediaset pero prefiero no opinar de las tramas de otras personas porque no soy de meterme en la vida de nadie. Con la mía me basta.