Lara Álvarez: «Juro que no me despierta ninguna ansiedad encontrar una pareja»

Vuelve ante los focos y lo hace también con una línea de cuidados de belleza de su marca fetiche Equivalenza. ¿Es mimosa en sus cuidados?

Es algo que estoy aprendiendo. Reconozco que antes era muy despistada pero ya sabes que los años pasan para todos y especialmente para las mujeres. No es una cuestión de machismo o feminismo y sí una realidad. Te aseguro que a mis 35 años siento que tengo que hacer el doble de deporte, comer más sano, cuidar la piel con hidratación… No son solo mimos sino necesidades que siento en mi cuerpo. Me gusta apostar por lo natural en todo lo que hago y esta nueva línea es una pasada en cuanto a texturas y olores.

Se nota que prefiere apostar por la constancia en los cuidados que por lo atajos que puede aportar un quirófano de estética.

Para estar bien por fuera lo primero es cuidarse por dentro. Yo trabajo mucho mi lado espiritual. Encontrar mi equilibrio, saber conectar con uno mismo, el silencio… Esas rutinas las trabajo mucho desde hace unos años. Además del deporte o alimentación estoy muy centrada en el autoconocimiento. Mi rutina de belleza espiritual diaria consiste en levantarme por las mañanas tomando conciencia del día. Saber cómo está mi familia, la gente que quiero, el trabajo, no perder la línea del equilibrio y la armonía que muchas veces se desdibuja por las prisas y el estrés. Me gusta pensar lo que quiero, cómo estoy, qué quiero transmitir, qué lucho por conseguir… Lo hago al despertar y cuando saco a pasear a mi cachorra Lúa por el campo donde puedo respirar. También antes de dormir hago un repaso de lo que ha sido mi día para no perder el camino de la ruta que quiero seguir para mejorar.

¿Ha prendido a quererse más?

Muchísimo más porque cada día puedo adelantar un pasito hacia la mujer que quiero ser. Es un trabajo de por vida porque la evolución no tiene fin, pero me sirve y completa.

Esta semana ha debutado como presentadora en plató de una gala de ‘Secret Story’ el nuevo reality de Mediaset. Ha pasado de los biquinis en Honduras al traje de chaqueta y los focos. ¿Dónde se ha sentido más cómoda?

Mientras hago los programas siento que estoy tranquila con mi trabajo si lo disfruto y lo paso bien y te aseguro que esa gala fue mucho mejor de lo que hubiera soñado. Me sentí llena, enérgica, arropada por los colaboradores, concursantes y público… Hubo una energía muy positiva y todos íbamos a favor de obra.

¿Le gustaría dar ese salto y pasar a formar parte de los presentadores de galas como ya están Jorge Javier Vázquez, Carlos Sobera o Jordi González?

Te diré que la experiencia de ‘Supervivientes’ es algo único y espectacular donde ya llevo ocho años con un equipo que es como una familia. Reconozco que vivir la experiencia del plató y poder sentir esa fiesta con un formato que permite involucrarte de maneras diferentes fue algo que disfruté tanto que no sabría qué contestarte. Si quieres que sea totalmente honesta es verdad que me encantaría poder dar el salto y quedarme en un plató pero siempre estaré de acuerdo con lo que digan los jefes porque es mi trabajo y eso es lo más importante ya que mi profesión me motiva y me siento realizada por lo que jamás diré que no a volver a ‘Supervivientes’. Si me das a elegir insisto que el plató lo he disfrutado al máximo y lo pasé increíble y encima con el añadido de que cuando acabas la gala vuelves a tu casa.

Completaría el círculo del buen momento si tuviera un amor que hasta donde me consta no existe. ¿Cómo es posible que una mujer como usted cambie tanto de pareja?

Te aseguro que estoy loca de amor pero en su sentido más amplio. El amor acompaña mi vida aunque no tenga una pareja. Cuanto más te conoces y más en armonía estás contigo misma y con el trabajo aprendes a disfrutar del presente y de la gente que me rodea, pero una pareja no es algo prioritario. Si me preguntas por mis cambios de pareja solo te puedo contestar que ya no miro hacia los demás sino hacía mi interior y creo que me faltaban momentos de soledad. Pienso que nunca me he dedicado la atención que necesitaba.

Ahora no me diga que ha descartado el amor como parte de su vida.

Para nada. Claro que me gustaría enamorarme. Tengo en mi casa el ejemplo de mis padres, el amor más grande del mundo porque llevan 40 años juntos y demuestran con pequeños gestos que se aman locamente. Te juro que no me despierta ninguna ansiedad encontrar una pareja. En estos momentos tengo a mi lado todo lo que me hace feliz y si aparece una persona que sume y aporte pues genial pero no es una necesidad ya que sería un extra o una suma a lo que estoy construyendo por mi cuenta. Seguramente cuando uno está bien es cuando aparecerá alguien que valga la pena.