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Lágrimas impostadas, la granja de Archie y una foto en blanco y negro

Meghan esta tan acostumbrada actuar que no movió ni las piernas en toda la entrevista

Pilar Vidal

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Era una de las entrevistas más caras de la historia: seis millones de dólares bien amortizados con una audiencia global que incluía a los seguidores de los Duques de Sussex , además de curiosos y los monárquicos que necesitaban otra razón de peso para ... quemar sus figuras del Museo de Madame Tussauds como en las Fallas o ver si al final votaban para indultar al ninot real. Y más bien ocurrió lo primero. El peso de la actuación lo llevó ella, que para eso es la actriz. Acostumbrada a los guiones. Éste era el papel de su vida: víctima que no ha logrado convencer al pueblo de ser la nueva Diana , aunque para eso se haya ella autoproclamado sucesora. Que venga diciendo que ni siquiera había googleado a su marido antes de conocerlo, no se lo cree ni ella. Pero hubo más fantasías: aprendió hacer la reverencia en un parking, que no se lleva bien con Kate Middleton , su cuñada, que la hizo llorar antes de la boda, y aprovecha el 'prime time' mundial para reírse en su cara asegurando que la quería imitar y que incluso le copiaba el desayuno.

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