Kyril de Bulgaria, el príncipe fibrado por el que no pasan los años

Royal, físico cuántico, vigoréxico y guapo de cuna, lleva una vida mundana en Londres

Kyril de Bulgaria, en Palma, en el verano de 2019 GTRES

Miguel Bañón

Cuando en el mundo del corazón se habla de que alguien es un «hombre muy discreto» muchas veces es un aforismo para decir «pasa de puntillas porque algo tiene que esconder». Pero en el caso de estepríncipe con porte y apelativo (con un nombre como ... Kyril, ya se sabe), lo de la discreción es un verdadero estilo de vida. Con una historia familiar digna de una serie Netflix, su cuerpo escultural, una ex de mucha alcurnia y mejor imagen, unos hijos de catálogo, y hasta un trabajo de verdad, Kyril de Bulgaria es de lo mejor que le ha podido pasar al colorín internacional.

Nacido en Madrid con unos padres reyes o zares de Bulgaria en el exilio, Kyril pertenece a esas familias reales sin país de las que mi padre me hablaba cuando intentaba contarme su versión más animada del periodo de entre guerras y posguerra. Simeón (que así se llama el padre de nuestro protagonista y que reinó durante unos pocos años siendo un niño) y lo que quedaba de su real familia, después de deambular por varios países recalaron en nuestro país en 1951 gracias a la decisión del dictador Francisco Franco de darle asilo político.

Y como se dice en estos casos, el resto es historia. Como muchas de las cosas que hacía el caudillo, una interesante tela de araña se tejió entorno al exmonarca, casándose Simeón con Margarita Gómez Acebo de familia de muchos posibles y abolengo, y parte de lo que después sería la realeza española una vez reinstituida la monarquía en España ya que su hermano Luis se casó con Doña Pilar la hermana del Rey Juan Carlos. Ellos se dejaron querer por una España ávida de mitos tanto cercanos como lejanos, además de dejarse amar por la aristocracia del momento.

Kyril de Bulgaria, en Palma, haciendo windsurf GTRES

Y de sus propios quereres y con una idea clara de echar raíces, nació una prole de nombres exóticos, educación exquisita, profesiones tan reales como sus apellidos y suertes bastante dispares. Los hermanos Kardam, Kubrack, Konstantin, Kalina y nuestro atlético protagonista, el príncipe de Preslav, se convirtieron poco a poco en lo que estaban destinados a ser: parte de una élite cultural y social donde la buena cuna se mezcla con una gran capacidad emprendedora.

Mientras que sus padres esperaban estoicamente volver a Bulgaria, el perfil de Kyril subía como la espuma . Acabó sus estudios en la muy reputada norteamericana universidad de Princeton, pero no en business administration (lo habitual en la nobleza de finales del siglo XX), sino en Física Cuántica, aunque acabase dedicándose a las finanzas. Pero todo esto no tendría mucho sentido si el príncipe fibradísimo de mejor cuerpo a medida que se acerca a los 60 (ahora tiene 57) no se hubiera convertido en un personaje mediático a raíz de su primer y único matrimonio por el momento. Como amigo de Felipe VI su relevancia social ya estaba en alza. Además, la familia real búlgara (como la española) veraneaba (y veranea) tradicionalmente en Mallorca. Y fue allí donde surgió el amor con Rosario Nadal i Fuster de Puigdorfila y donde más tarde se casaría en el palacio de la Almudaina y con la asistencia de la Familia Real española y allegados lo que les catapultó al estrellato sin quererlo. Rosario, antigua compañera de colegio del que cuenta esta historia, estaba destinada a ser consorte de un noble.

Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal GTRES

De un porte escultural, delgadez natural y belleza estratosférica, la que fuera durante 20 años princesa de Preslav, se convirtió en una de las celebridades más reclamadas de la sociedad e incluso alguna publicación dijo de ella que era «la mujer más bella del planeta», gracias a ser imagen de la firma de moda Valentino.

Y así pasó. La pareja tomó residencia en Londres que es donde el físico cuántico decidió mostrar su magia en temas de finanzas; zarandeos de la vida. Entre mucho trabajo de ambos (Rosario es experta en arte y ha trabajado en Christies casi desde que llegó a la capital del Támesis), la familia comenzó a crecer casi a la misma vez que los abuelos comenzaban su largo camino de vuelta a Sofía. Primero como turistas (en 1996 fue la primera vez que la familia puedo pisar su reino en 50 años pero desprovistos de todo tipo de rango) y después con Simeón de Bulgaria convirtiéndose en el primer ministro Simeon Borisov Sakskoburggotski entre el 2001 y el 2005 . Con esto se cerró un ciclo de índole político muy complicada, pero que hizo que se formase una familia a todas luces maravillosa de parejas felices, niños y adolescentes dignos herederos de padres y abuelos, y que sólo fue ensombrecido por el fallecimiento de Kardam de Bulgaria (primogénito de la familia y heredero legítimo) y el divorcio de Kyril.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios