En juego el título de Miss Universo

España sólo saboreó el éxito en 1974 cuando la malagueña Amparo Muñoz se alzó con tan preciado título. Pero nuestro país ha perdido el interés por los certámenes de belleza, algo que no ocurre en los de América Latina, donde para ellos este concurso es uno de los acontecimientos del año, comparable con el Mundial de Fútbol o el Festival de Eurovisión. Las candidatas pasan años preparándose, no les importa incluso pasar por el quirófano para hacerse algunos retoques estéticos -pocos porque no da tiempo a recuperarse- para lucir perfectas. Pero ya no solo se valora el aspecto físico, se trata de ser una mujer preparada . De ahí que este año entre las candidatas, además de la española, graduada en Administración y Dirección de Empresas, con master, políglota y jugadora de baloncesto, esté la puertorriqueña Estefanía Soto , mediadora intercultural que ha trabajado en organizaciones internacionales como Eurocities en Bruselas. O la mexicana, Andrea Meza , ingeniera de software y activista en la lucha por la igualdad de las mujeres en su país. La venezolana Mariangel Villasmil es una afamada repostera que trabaja para la organización Acción Solidaria promoviendo la prevención del SIDA en las zonas más desprotegidas. La brasileña, Julia Gama , ingeniera química y coach motivacional, o una de las favoritas, la candidata de Argentina, Alina Luz Akselrad , modelo que sufrió bullying en la adolescencia por su sobrepeso y eso la llevó a ser embajadora de varias ONG y promover el lema 'la belleza no se mide ni se pesa'.

Pero Alina tiene algo a su favor que no tienen las demás y es que cuenta con el apoyo y la formación de Osmel Sousa , conocido como el 'zar de la belleza' . Un cubano exiliado a Venezuela por sus modales afeminados y que ha cultivado durante toda su vida un talento para coronar misses.

A lo largo de sus casi tres décadas al frente del certamen de Miss Venezuela, Osmel, ha conseguido conquistar siete títulos de Miss Universo y seis de Miss Mundo. Para él el concurso de este año significa poner un poco de felicidad y alegría, tras un año en el que el mundo quedó paralizado por la pandemia. Aunque muchos pudieran pensar que se había jubilado, se han equivocado, sigue más activo que nunca y ha conseguido alcanzar hasta el millón de seguidores en Instagram. Los que tenemos la suerte de conocerle y ser sus amigos sabemos que se toma las cosas en serio. Para él, ser miss es una profesión. Y en Venezuela las reinas de la belleza son igual de importantes que la exportación del petróleo.

Lleva días en Miami a la sombra de Alina, a la que por culpa del confinamiento ha ido dando pautas este año por teléfono. Osmel ha hecho campaña en los medios de comunicación y en redes sociales y ha tenido ideas tan geniales como que desfilara con un traje de Maradona con cristales incrustados y demostrase que domina el balón. Una imagen que logró impactar ante tanta rival. Para Osmel esta edición «es muy fuerte porque han elegido lo mejor de cada país y la competición va a ser muy dura porque todas están muy preparadas». Cree que la ganadora de este año será una latina. «Tras ver las historias de las candidatas, claro, puedo equivocarme, pero de no ganar Argentina la corona tiene que estar entre Puerto Rico y México», asegura el expresidente del Miss Venezuela. Y no tiene esperanzas para nuestra candidata española, a la que ni siquiera incluye entre las cinco finalistas. «Las finalistas serán Miss Chile, Miss Costa Rica, Miss Panamá, Miss México y Miss Puerto Rico, aunque también son fuertes Miss Rusia y Miss Filipinas». En unas horas se desvelará la incógnita y sabremos si 'el zar de la belleza' se lleva otra corona para su palmarés. Un año de dedicación y más de 100.000 euros invertidos tienen que tener su recompensa.