Jesús Vázquez: «Nos planteamos la paternidad pero decidimos que no nos llenaba tanto»

No tiene pensado celebrarlo de ninguna forma especial y eso que la suya fue la primera boda recién estrenada la ley de matrimonio homosexual aprobada por el Gobierno de Zapatero . «Tengo para celebrar el día que nos conocimos, el día que nos hicimos pareja de hecho, que es el 9 de julio, y el 3 de noviembre que fue cuando nos casó Trinidad Jiménez y el pobre Pedro Zerolo , que en paz descanse». La pareja se conoció en una discoteca madrileña la víspera del Orgullo Gay y aunque el presentador había tenido otras historias -aunque no tan largas-, se dio cuenta de que era el amor de su vida: «Roberto siempre dice que le encantaría decir que nos conocimos en la Biblioteca Nacional, pero fue en una discoteca madrileña» (ríe). Cumplen el contrato de ‘en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza’ a rajatabla, porque para eso lo firmaron y aunque son muy felices también tienen sus rachas. Nada es perfecto. Se plantearon la paternidad, pero al final se dieron cuenta de que no les llenaba tanto como para tomar esa decisión.

En un mes Jesús volverá a grabar una nueva edición de ‘Idol Kids’, el ‘talent’ musical de Telecinco del que nos adelanta el jurado: «Es maravilloso, aunque no está la Pantoja . Estoy feliz porque esta Camela, yo soy muy amigo de Dioni que es muy fan de los ‘talents’ y la ilusión de su vida era ser jurado de uno. Está como un niño con zapatos nuevos. Me manda vídeos cada tarde cuando sale a pasear al perro. ‘Ay Jesús, estoy que no me lo creo’, me dice y esa ilusión se contagia. Omar Montes también sé que está muy ilusionado y Ana Mena es a la única que no conozco, aunque me encanta su rollo y su música».

Con 56 años, está igual o más guapo que cuando empezó en televisión. «Lo mío no tiene mucho mérito, como sano y equilibrado y hago deporte. El resto debe ser genético», asegura. Lo de ayunar prefiere ni oírlo: «Me parece un poco tonto lo de ayunar habiendo gente que se muere de hambre en el mundo. Y que en el primer mundo estemos obsesionados con ayunar, me parece incluso una falta de respeto», reivindica.

Está deseando que lleguen las navidades para pasarlo en casa y en familia, algo que el año pasado por las restricciones no pudo hacer. Después de las fiestas espera poderse escapar a esquiar unos días. Una afición tardía porque de pequeño se consideraba un deporte elitista y su familia no se lo podía permitir. «Empecé tarde, pero le he cogido con ganas. Me tiro por las negras, Fíjate que en EE.UU. por una negra doble diamante, me he tirado y salí sano y salvo», presume.

Optimista por naturaleza espera que salgamos pronto de este bache y ha aprendido algo muy importante: «No valorábamos suficiente todas las cosas que teníamos y nos ha tenido que pasar esta tragedia para valorarlo». Se muestra muy crítico con los negacionistas y reivindica la vacunación, hasta el punto de que ha discutido con algunos amigos y no se ve con los que no están vacunados: «Todas las teorías conspiratorias me parecen de gente poco inteligente. Una de mis mejores amigas ha cogido el virus dos veces y aún así se ha vacunado hace poco. Y el otro día, al fin nos fundimos en un abrazo porque llevaba echándola de menos un año y medio». Ahora espera iluminar uno de los cuatro pueblos participantes de este año, algo que le hace especial ilusión y es precisamente por esa emoción y todo lo que envuelve su compromiso con Ferrero Rocher traspasa el concepto de acción publicitaria.