Isabel Preysler traía el photoshop incorporado
Estamos, además, ante una elegante con titulación, porque sale siempre campeona en las encuestas al respecto
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLunes
Rosario Flores popularizó un ombligo que fue, de algún modo, patrimonio artístico nacional. Ahora lo enseña menos, aunque ya toca, porque vuelve a los escenarios. Será en unos días, en Barcelona. Rosario, en directo, es un jaleo de melena que no cabe en un ... teatro, porque Rosario no es de cantar con la gente en la butaca. Pero habrá que tomar las medidas preceptivas, por el Covid. De Rosario dirán muchas cosas los que escriben de música, pero a mí me corresponde apuntar que ha conseguido un estilo propio, un desgarro rumbero, una cosa alegre y morena, con voz de faraona joven y un vestuario barroco, cargado de botonadura al aire donde el mejor botón es siempre el ombligo, que cada día enseña menos, o ya casi nada. Ahora toca.
Martes
Isabel Preysler era la famosa oculta de un concurso de Antena 3. Cantó, bajo disfraz, pero en ese oficio no hará carrera. Isabel no es mujer de tele, salvo ocasiones de alto exotismo, como esta. A mí, más que la novedad de verla en prime time, me impresiona saber que existe. Preysler no hay más que una. La Preysler es la Preysler. En España, los populares se dividen en quienes salen en las revistas y quienes no salen de las revistas. Hubo épocas en las que Isabel Preysler no salía de una portada, que no es lo mismo que salir en una portada. Pudiera llegar a pensarse entonces que tan fina mujer no existía, pero luego resultó que se divorciaba, se casaba y hasta salía a algún cóctel, o sea, que sí. Si miramos las hemerotecas lejanas, resulta que traía el photoshop incorporado, por joven oriental. Con los años, logró el más difícil todavía de la distinción mayor, o la elegancia infalible . Yo creo que ella misma ha definido bien la distinción, o sea, su propia distinción, al responder un día que lo primero que ha de hacer una elegante es no creerse elegante. Estamos, además, ante una elegante con titulación, porque sale siempre campeona en las encuestas al respecto, que ensalzan su estampa de mujer de línea y su acierto de túnica holgada lo justo. No ve uno que Isabel Preysler tenga relevo, como gran figura de portada. Ni siquiera sus hijas, tan monísimas, pueden sucederla, porque ya vemos que la sucesión es ella misma, que de pronto enamora a un Premio Nobel, o bien se aparece en un plató, como una sorpresa mayor, e impensable. Existe.
Miércoles
Se han cumplido quince años de la muerte de Rocío Jurado. Qué sonoro aniversario, con la que está cayendo en su propia familia. La noticia de la muerte de Jurado llegó a darse varias veces, sin darse nunca del todo, porque se fue a Houston a tratarse lo suyo, sin remedio. Fue Rocío Jurado, durante meses agónicos, un telediario de sí misma, porque allí acamparon los reporteros, de funeral o prefuneral. Iba a Houston, regresaba a Montepríncipe, peregrinando al más allá, donde quizá sí había vida, pero no era vida. De modo que de pronto se murió de verdad. No es uno dado al género de celebrar folclóricas, pero con Rocío hay que hacer una excepción, entre otras cosas porque ella no fue solo una folclórica, y porque del folclorismo logró otra cosa, con mucho despliegue de túnicas barrocas, con mucha teatralidad de brazos al cielo, y con mucho mestizaje de desgarro flamenco. Era exagerada, y en el exceso llevaba su mejor medida. Se consagró inmortal antes de morirse. Rocío ha sido un ídolo de los gays, una madre de armadura y una cantante a la que se le salía el alma por el escote, que era escotazo. Fue una estrellona que cada día se parecía más a la Jurado, siguiendo de modo natural e insobornable aquello de Píndaro: «Aprende a hacerte el que eres». Siempre le tuvimos ley a este mujerón que se subía los ánimos con un golpazo de melena y que salía malcurada de los hospitales, a la hora del crepúsculo, como el que va a una romería. Llegó Rocío medio adolescente a Madrid, y Concha Piquer miró para otro lado, al oirla, quizá porque presintió que aquella chiquilla venía a sepultarla. Ganó millones, la dibujó Dalí, y siempre lamentó que su padre, zapatero, no viera sus triunfos. Vistió la copla de transparencias y cantó la balada con brujería. La han imitado a fondo los hombres, porque no había mujer que la imitara. Según pasaba el tiempo, Rocío se iba pareciendo más a la Jurado. Dijo la palabra cáncer, con un par, y con un par estuvo al lado de su hija, de su hombre, de los suyos, cuando tocaba. Logró hacerse la que era.
Jueves
Ha salido Miguel Bosé en la tele mexicana, donde trabaja de coach, y se ha cantado un tema. Pero dicen las cátedras de las redes que era ‘playback’. Tampoco hay que ponerle mucha imaginación al diagnóstico.
Viernes
La estampa de Instagram de esta semana no viene a bordo de bikini, sino de bañador. La regala David Bisbal . Ha salido, el tío, enseñando todo el escaparate de los abdominales, que son casi los de Cristiano Ronaldo, solo que un Cristiano del pop, y de Almería.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete