El gesto que consolida la relación entre Enrique Ponce y Ana Soria

Enrique se ha adaptado muy bien a la vida plácida y se siente muy cómodo en el entorno más íntimo de su novia, a la que sigue defendiendo de críticas y comentarios desafortunados. En este sentido, el tiempo está demostrando que el único interés de Ana es que él se encuentre cómodo con su nueva vida, mantenga la excelente relación con su familia y cuide, de la manera más efectiva, esos vínculos indestructibles que siempre mantendrá con su pasado más reciente. Ana ha sabido esperar y permanecer en un discreto y elegante segundo plano, respetando los tiempos y siendo consciente de que su situación era complicada. En contra de lo manifestado en alguna ocasión, nunca hubo por su parte reproches ni tensiones. Ella sabía que las presentaciones oficiales llegarían en el momento oportuno y así ha sucedido. Sin alharacas, altavoces ni fotógrafos. Soria ya es una más en la familia de Ponce y el roce, creen todas las partes, estrechará los lazos.