El anfitrión de LeBron en las bodegas Lustau: «Fue muy cercano y ameno, se llevó varias botellas»

« En media hora tuve que explicarles todo y nuestra bodega tiene 125 años de historia . Les conté cómo producimos los vinos naturales, cómo abrimos o cerramos ventanas en función de si hace frío. Aquí no hay aire acondicionado o calefacción, todo natural. Claro eso a una persona de América del Norte le sorprende. Aquí solo hay vino y tiempo. Les explicamos la diferencia entre un oloroso, un amontillado, un fino y un palo cortado . Estaban encantados», declara a ABC Juan Mateos, relaciones públicas del grupo Caballero. Las bodegas Lustau pasaron a formar parte de este grupo en 1990.

«Fue encantador, muy cercano, simpático y ameno. Con todo lo alto que es, mide 2,06, al finalizar la visita me dio un abrazo y me dijo: 'thank you for your passion' . Me hizo ilusión que en media hora hubiese sido capaz de transmitirle mi pasión por los vinos, que yo llevo en la sangre por mi padre. Eso al final te llega».

Antes de detenerse en Jerez, visitaron el Puerto de Santa María. «Llegaron sobre las 12.30 el viernes. Visitaron el castillo de San Marcos, en el Puerto que es propiedad de la familia Caballero, la sede de las bodegas, conocida principalmente por la elaboración de ponche. Estuvieron muy pendiente de las explicaciones sobre su historia. De allí, pasaron a las bodegas que están anexas y allí firmó en una bota y después le dijimos: 'tú que estás acostumbrado a meter la pelota en el aro, ¿te importaría probar a encestar el vino en la copa? que es lo que se hace con la venencia' y se prestó encantado y lo hizo fenomenal a la primera», comenta.

«No estuve pendiente de si él bebía mucho o no, pero el grupo sí estuvo catando. Tras la visita se llevaron varias botellas». En concreto, cató vinos como el fino Jarana, el oloroso Emperatriz Eugenia, o el Pedro Ximénez VORS. Ahora en su mansión de Los Ángeles el vino jerezano ocupará un lugar privilegiado en su bodega personal.