La Reina Isabel II ya no puede más con tantos problemas. Últimamente, su familia no para de dar darle disgustos y no está dispuesta a que le arruinen los festejos en su honor por el Jubileo de Platino. Y así se lo ha hecho ... saber a los suyos al exigirles que «nada de dramas». Es más una advertencia para el príncipe Harry y Meghan Markle, que finalmente estarán acompañando a la Monarca el próximo fin de semana en la ceremonia Trooping the Colour. Aunque es más que evidente que habrá tensiones entre los miembros de la Familia Real británica, sobre todo con el príncipe Guillermo, después de las desavenencias públicas tras la marcha a Estados Unidos, la longeva Reina quiere que se dejen a un lado por unas horas para celebrar esta fecha tan importante.
Además será la primera vez que la Reina conozca en persona a su nieta Lilibet , la hija de los duques de Sussex que cumple la semana que viene un año. Tiene unas ganas enormes de abrazarla y quiere que ese momento sea perfecto.
Pese a todo no hay duda de que será el regreso de los duques de Sussex lo que acapare más flashes. Verles de nuevo en Reino Unido y rodeados por el resto de su familia será todo un acontecimiento. Después de la entrevista que concedieron a Oprah Winfrey y de los constantes desprecios públicos, estará bien ver cómo regresan al nido.
Poco se sabe de cómo será el encuentro. De lo que ya se ha informado es que no estarán en el balcón con el resto ya que no son miembros activos de la Familia Real. Tampoco estará el príncipe Andrés después del escándalo de abusos sexuales a una menor.
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