Historias de vida y vino
De directiva de Tesla a abrir su propia bodega en un pequeño pueblo de Burgos
Alba en Ribera
Abandonó el mundo empresarial y las grandes ciudades para volver a España y crear su propio proyecto en Ribera del Duero
Así es la única salina en activo de Menorca, recuperada tras casi 40 años de abandono
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónAlba Abiega cumplió 40 y cambió radicalmente de rumbo. De vivir en cuatro países y trabajar en el mundo corporativo, en la última etapa como directiva de la moderna Tesla, pasó a residir de nuevo en España y dedicar sus días al vino ... . Lo hace en el pequeño pueblo de Olmedillo de Roa, en el corazón de la comarca de Ribera del Duero, donde decidió lanzarse a producir su propia etiqueta a partir de los viñedos de su familia, hasta ahora solo dedicada a proveer a las bodegas de la zona.
Del tema se ocupaba su padre, Enrique Abiega, quien fue directivo del sector mientras en paralelo se convertía en viticultor en esas 18 hectáreas de viña, donde, pionero, ya en los años 90 plantó cepas de baja producción y grano pequeño y se pasó al cultivo ecológico, del que cuenta con certificación.
Durante ese tiempo, sin embargo, su hija estuvo lejos, dedicada a su profesión y metida en despachos, reuniones o aeropuertos. Hasta que dijo basta. «Después de muchos años viviendo fuera, sentí una necesidad profunda de volver a casa, en el sentido más literal: reconectar con el campo y con mi familia, con quienes tengo un vínculo muy fuerte«, explica.
«También -continúa- necesitaba bajar el volumen del ruido constante en el que había estado inmersa. Despertarme a las cinco de la mañana para avanzar trabajo antes de que se despertaran los niños, volver a conectarme al acabar el día, elaborar excels para encontrar un hueco para hacer deporte o sincronizar con mi marido nuestras agendas de viaje... Quería parar. Respirar. Volver a aquello que me hace bien: la naturaleza, la materia prima, los ritmos pausados del campo«.
Así nació Alba en Ribera, su nueva bodega, con la que ha sacado este mes su primer vino, 'Alba Abiega, desde Zero', un tinto elaborado con la tempranillo de Ribera del Duero y tinta fina y de producción limitada. «Con nueve meses en roble francés, sorprende por la marcada elegancia y estructura que transmite gracias a la calidad de la uva y la crianza medida», asegura la bodeguera.
Pero habrá más. La añada 2024 dará unas 38.000 botellas, entre las que habrá también un crianza y un vino de autor en los dos años subsiguientes. Abiega, madre de tres niños pequeños, apuesta por un proyecto enfocado en «calidad sobre cantidad y elegancia sobre exceso».
Y es que los Abiega ya no tienen prisa. «Vista larga y paso corto», le gusta decir a ella desde su emprendimiento en un pueblo de 179 habitantes rodeado de vides. Está convencida de que ese es el secreto del éxito. «Un vino único empieza siempre en la viña. La uva tiene que ser excepcional, no hay atajos: igual que un chef no puede crear un gran plato sin la mejor materia prima, nosotros no podemos elaborar un gran vino sin cuidar cada cepa como si fuera la única. Para nosotros, nuestra finca es como un jardín botánico, donde trabajamos cepa a cepa con mimo y respeto«.
«Además -advierte-, un vino único necesita equilibrio entre tradición y modernidad, entre respeto a la tierra y precisión en la bodega. Solo así se consigue un vino capaz de emocionar al que lo prueba. En el fondo, un vino es único cuando logra algo tan sencillo y a la vez tan difícil como que sea tremendamente fácil de disfrutar«.
Sobre su temeridad al dejar el mundo corporativo para meterse a algo tan arriesgado como elaborar vino Abiega confiesa que «si el vino no tuviera ese componente romántico y elegante, probablemente no estaríamos aquí. Es un producto que enamora porque reúne muchísimos momentos de disfrute: el contacto con la naturaleza, el cuidado de la viña, el proceso de elaboración y, finalmente, el placer de compartir una copa. Somos muy conscientes de que el retorno de inversión en este sector no es inmediato«.
Ella está segura de que, con paciencia, los conocimientos de su padre y su pasión compartida, podrán conseguirlo. Pero también se siente respaldada por su trayectoria profesional y las lecciones que puede trasladar a un sector tan diferente. «Tesla te enseña que si algo no existe, se crea; si no hay camino, se abre. Esa mentalidad de romper moldes, de no conformarte con lo establecido, es algo que me he traído conmigo a la bodega. La importancia de simplificar: de hacer que lo complejo sea fácil, tanto para el equipo como por supuesto para el cliente. No hay que dar las cosas por sentadas, hay que seguir mejorándolas día a día. También me quedo con el impulso al emprendimiento que fomenta internamente, su filosofía de «mejor pedir perdón que permiso», y su capacidad de aprendizaje continuo a partir de los errores. No se castiga el fallo, se valora la acción«.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
SuscribetePeriodista por curiosidad extrema, aficionada a contar historias, adicta a escribir para intentar entender el mundo. Presentadora y moderadora. En ABC, soy jefa de Estilo, sección de viajes, gastronomía, moda, belleza, decoración, lujo y bienestar. Podcast Abecedario del Bienestar.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete