El enigma Albert Adrià en la Guía Michelin: dos años sin promocionar al segundo mejor cocinero del mundo

Hay casos históricos como Mugaritz, de Andoni Luis Aduriz, que hace tiempo que «sabe» que nunca le caerá la tercera estrella a su restaurantes, uno de los más creativos de la escena española actual. El vasco ni siquiera acudió el pasado martes 26 de noviembre a la gala que acogió Murcia, aunque su nombre y la incógnita de lo que parece un asunto enquistado, sigue siendo tema de conversación en los corrillos tras la lluvia de astros de cada edición. En esta última, en la que se han repartido 32 nuevas distinciones, se ha promocionado a tres espacios hasta la segunda –Alevante, Lú Cocina y Alma y Retiro da Costiña– y se ha aupado al club de los triestrellados a Nacho y Esther Manzano, del asturiano Casa Marcial, el runrún lo protagonizó Albert Adrià.

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El chef de Enigma (Barcelona), que consiguió su estrella para la Guía de 2023, estuvo en boca de todo el sector por lo que buena parte de sus colegas consideran una «incomprensible injusticia». Fue la palabra más repetida anoche entre los chefs con los que pudo conversar ABC en la fiesta posterior que tuvo lugar en el Auditorio y Palacio de Congresos Víctor Villegas de la capital murciana.

Sus colegas ya vivieron la sorpresa, precisamente en la pasada edición que tuvo lugar en la Ciudad Condal, de ver cómo Adrià no se llevaba el segundo 'macaron'. En Murcia, muchos creían –y así lo ha contado ABC en la quinielas que había hecho el sector– que la compañía de neumáticos repararía ese «agravio». Albert y su hermano Ferrán asistieron como unos invitados más a la enumeración de novedades de la Guía Michelin 2025, aplaudieron a sus laureados compañeros y abrazaron a sus compañeros, pero no se quedaron a la fiesta. No había nada que celebrar y, cariacontecidos, decidieron abandonar ese Auditorio. No hubo tiempo siquiera para abordarles en los pasillos.

Adrià está, a pesar de todo, en un momento dulce de su carrera –tras el durísimo golpe del cierre del grupo Tickets víctima de la pandemia–, con el reciente nombramiento como segundo mejor chef por de The Best Chefs Awards, solo por detrás del danés Rasmus Munk –Alchemist, en Copenhague–. Su trabajo en Enigma –y sobre todo la evolución de su concepto gastronómico– ha ido poniendo el foco sobre este disruptivo espacio barcelonés.

Muchos ven en esta última etapa de Albert un reflejo de la creatividad que desarrolló en elBulli junto con su hermano Ferran Adrià. Especialmente desde que decidió volver al formato de menú degustación del que rehuyó en los inicios de Enigma.

Hoy se sirven entorno a 25 pases que buscan el asombro del comensal. Su apuesta por la radicalidad se actualiza casi mensualmente al albur de todas las técnicas que el chef es capaz de ejecutar –muchas de ellas nacidas en laboratorio de elBulli en el que desarrolló su creatividad–. El precio de su menú es de 240 euros.