Polémica

El enfado de Jordi Cruz con Bill Gates: el feo que hizo el fundador de Microsoft al chef

El jurado de MasterChef y tres estrellas Michelin contó esta anécdota al presentador de Planeta Calleja en el primer programa de la temporada

Jordi Cruz, chef de ABaC, y Jesús Calleja en un fotograma de Planeta Calleja CUATRO

Jordi Cruz no olvida uno de los días que más dinero ha perdido en la vida de su restaurante. Levantar la persiana de un restaurante cuesta dinero. Se llenen o no sus mesas, hay costes diarios –género, salarios y consumos– que son ineludibles. Cuando ... ese restaurante está, además, en los estándares de calidad que se presuponen a un tres estrellas Michelin como ABaC se multiplican.

Así lo reveló recientemente en el programa de Jesús Calleja, Planeta Calleja, del que protagonizó su primer capítulo de la temporada. La culpa la tuvo uno de los hombres más ricos del mundo –el sexto en la última actualización en la lista Forbes con 107 billones americanos de dólares–: Bill Gates.

El fundador de Microsoft y el cocinero tuvieron el peor encuentro posible ABaC. Jordi Cruz cerró su restaurante para el magnate americano durante una de sus visitas a Barcelona. El cocinero, ilusionado, preparó un gran menú para él y cerró las reservas para que nada ni nadie pudieran importunar la visita de Gates al tres estrellas.

Un refresco de cola

«Le teníamos preparado lo más grande», relató a Calleja durante el rodaje de este programa de aventuras con personajes célebres. Pero la sorpresa de Jordi Cruz fue mayúscula cuando, según contó, Bill Gates entró por la puerta del restaurante y pidió un refresco.

Solo eso. Con las cocinas en plena efervescencia y con el menú ya preparado, el multimillonario abandonó ABaC dejando al chef con un monumental cabreo que, a tenor de lo recogido en el programa, aún no ha olvidado. «¿Tienes que cerrar un sitio bonito para venir y tomarte un refresco de cola?», se preguntaba el jurado de MasterChef.

Además del perjuicio económico, el cocinero se lamentaba de cómo el hecho de cerrar por completo las reservas para que Bill Gates estuviera cómodo impidió que otros comensales, probablemente ilusionados por acudir a su restaurante, se quedaron sin la oportunidad.

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