El cultivo de exóticos en España ya no lo es tanto: las frutas que han llegado a nuestros campos
EL CAMPO, DE ESTRENO
También hay herbáceos como la soja y la quinoa que ganan cada vez más protagonismo en en la dieta
EMBUTIDO ESPAÑOL: UN PRODUCTO CON CARÁCTER Y GRAN SABOR
Una gran parte del cultivo del aguacate se realiza en la provincia de Málaga.
Unos son frutas climáticas subtropicales y otros tienen su origen en zonas asiáticas. Unos están ya bastante consolidados en los campos de cultivo de España y otros están aterrizando. También hay herbáceos como la soja y la quinoa que ganan cada vez ... más protagonismo en la dieta española. Todos son alimentos con importantes beneficios para nuestra salud y por detrás de su producción hay empresas que han apostado por ellos para que se generalice su consumo en nuestro país. ¿Es España un buen territorio para la producción de nuevos cultivos?
«En principio, por clima y suelo no deben existir limitaciones especiales, si bien se ha de tener en cuenta que la productividad estará acorde con nuestras condiciones climáticas, más secas que otros países del Centro y Norte de Europa, por ejemplo», indica Francisco González Torres, profesor de la UPM y decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias. Recuerda también que precisamente por sus condiciones climáticas, «España está más expuesta que otros países al cambio climático, por lo cual tiene más necesidad de encontrar nuevos cultivos, o nuevas variedades, dentro de los cultivos ya establecidos, que sean más adaptables».
Desde el punto de vista técnico y académico, siempre se ha argumentado que la agricultura española, especialmente la de secano (que es la mayor parte de la superficie), está muy poco diversificada. «Dos especies, trigo y cebada, ocupan más del 70% de las superficies de cultivo con cultivos herbáceos en secano. De ahí surge la necesidad de tratar de introducir nuevos cultivos que puedan representar alternativas viables a esa agricultura que podríamos catalogar casi de 'monocultivo' (solo cereales)», señala el docente. Cree que hay interés por parte de los organismos públicos, las empresas agrícolas y los agricultores por encontrar esas alternativas, «pero su introducción necesita experimentación, pruebas previas y, sobre todo, encontrar las variedades adecuadas», puntualiza.
De momento, no parece que vayan a garantizar la alimentación en un futuro, ya que «en los próximos 30 o 40 años, la alimentación estará basada principalmente en los cereales: trigo, maíz y arroz», dice. La perspectiva es que los nuevos cultivos ocupen nichos pequeños para usos concretos y con una importancia económica limitada, al menos a corto y medio plazo.
No obstante, la ubicación geográfica y el clima de España le dan una gran ventaja competitiva para que estos nuevos cultivos lleguen a otros mercados europeos. De los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) sobre el consumo de los hogares españoles se deduce que ya tienen una mayor presencia en la dieta. Por ejemplo, frutas exóticas como plátano, kiwi, aguacate, piña y chirimoya representan el 21,6 % del total de los kilos comprados por los españoles al año y son el segundo tipo de fruta con más relevancia en volumen por parte de los hogares.
El kiwi, un cultivo muy implantado en España cuenta con las variedades de verde, rojo y amarillo.
En facturación, este segmento es el que mayor proporción representa, ya que su pone algo más de 1 de cada 4 euros invertidos en fruta, es decir representa el 26,3 % del valor del mercado.
El rey, el aguacate
El aguacate es uno de esos productos que ha ido ganando protagonismo en la cesta de la compra de los españoles y un ingrediente cada vez más habitual en su alimentación. Una gran parte de su cultivo en España tiene lugar en Málaga, ya que estas plantas prefieren el clima subtropical. Otras zonas más nuevas, como Cádiz, Granada, Huelva y Valencia, también se dedican a la producción de aguacates. «España es uno de los países con mayor consumo de Europa, solo por detrás de Francia, Reino Unido y Alemania.
El año pasado, la población española consumió unas 123.000 toneladas, lo que supone una media de consumo per cápita de unos 2,5 kilos (aunque esta cifra se debe en parte al número de reexportaciones)», explica Zac Bard, CEO de la organización Mundial del Aguacate (WAO, por sus siglas en inglés). Aunque la población existe un considerable consumo interno, los aguacates españoles también se exportan a otros países, especialmente a los de la UE y al Reino Unido.
«A finales de la campaña de 2022 se exportaron casi 63.000 toneladas de aguacates desde España a la UE o al Reino Unido», añade. Según los datos facilitados por ICEX, España exportó en 2022 un total de 393.858 toneladas de aguacates e importó 404.190. En cuanto a la superficie de cultivo, globalmente ha aumentado un solo dígito (en algunas zonas es superior), y los aguacates siguen siendo un porcentaje muy pequeño de la superficie frutícola y agrícola mundial.
El aguacate, el rey
El CEO de WAO afirma que resulta difícil hacer un perfil de los agricultores y empresas de este cultivo a nivel generalizado. «De media, las explotaciones de Málaga tienden a ser más pequeñas. En zonas más nuevas como Cádiz y Huelva sí que son de mayor tamaño», matiza. Este cultivo se enfrenta a muchos retos, entre ellos el del fenómeno climático 'El Niño', que afecta a todo el sector agrícola y cuyos mayores impactos se prevén para la temporada 2023-24. «En España específicamente, pero no de forma diferente a muchos otros países, podemos ver aumentos de las temperaturas, frutos de menor tamaño y retrasos en la cosecha en la próxima temporada», subraya Bard.
Cree que este hecho demuestra lo importante que es que el aguacate se haya esforzado, en su conjunto, por reducir al máximo su consumo de agua mediante estrategias inteligentes como el riego por goteo y otros dispositivos técnicos de control, y «por seguir mejorando su sostenibilidad en otros ámbitos como la huella de carbono y el uso de pesticidas». Al contrario de lo que muchas veces se piensa, a nivel mundial, los aguacates se producen en climas más frescos, menos expuestos a las sequías que las zonas más cálidas.
«Muchas regiones del mundo donde se producen aguacates están muy bien dotadas de agua, hasta el punto de que no es necesario el riego, ni siquiera en caso de sequía», resalta el CEO de esta organización. Asegura que la huella hídrica de productos como la carne de vacuno es unas ocho veces superior a la de los aguacates. «Como los aguacates necesitan menos agua que otros productos, como los de origen animal y el aceite de oliva, no serán los más afectados por la sequía», aporta. Desde la WAO señalan los beneficios de este superalimento: es rico en nutrientes y en vitaminas y minerales; reduce el riesgo de cardiopatías, de diabetes tipo 2, de obesidad y del síndrome meta bólico; aporta fibra; mejora la función cognitiva y visual y es beneficioso para la piel.
La papaya
La papaya se suele asociar a Brasil, donde es muy popular, sobre todo en el noroeste. Pero en España también ha crecido su cultivo. «Para encontrar aquí las temperaturas de Sudamérica necesitamos invernadero, a ser posible de multitúnel para la altura que desarrolla la planta», comienza por explicar Andrés Durán, director de Ventas del Grupo Durán. A nivel varietal, la papaya de Brasil es de la variedad Formosa, que «en la península ibérica no se desarrolla bien. Hemos tenido que cultivar otras variedades, ya que la papaya tiene otros orígenes de producción como son México, Dominicanas, Ecuador, Colombia», aclara. La empresa, que hoy es referencia en la producción de papaya en España, empezó este camino a finales de 2014 con 2,5 hectáreas y ahora cuenta con 35 hectáreas, todas de ellas en invernadero multitúnel y donde se produce al año dos millones de kilos. «Somos la empresa de península que más apuesta por este cultivo. En Canarias hay muchos productores que también hacen un gran trabajo de fomentar el consumo de papaya nacional», aclara Durán.
La compañía optó por diversificar respecto a cultivos tradicionales de la zona, como tomate, cítricos o frutas de hueso, apostando por un producto de calidad y con propiedades saludables. «Aparte del beneficio que se adquiere al tomarlas, esas propiedades harán que sea un producto de consumo diario en el largo plazo», añade. Entre ellas está la de su alto contenido en fibra y que contiene la enzima papaína, de muy bajo valor calórico. Además aporta vitamina C favorece la absorción de hierro. Asimismo, su consumo facilita la digestión, ayuda en enfermedades cardiovasculares, es antinflamatorio, cuida la piel, contribuye a la prevención del cáncer de próstata y es inmunoestimulante. Aún con todo, «es un gran desconocido. Normalmente al consumidor español no suele gustarle, ya que es un sabor fuerte, especialmente la papaya brasileña, que tiene un sabor más marcado que la nuestra, que sí por ello capta nuevos paladares», reconoce Durán.
No obstante, donde más se vende es en las regiones con más inmigrantes latinos (Madrid o el sur de España), que poseen una mayor cultura de frutas tropicales. Al resto, ua vez que la prueban «la aceptan y repiten, ya que además del sabor aprecian una mejora digestiva y su capacidad de saciar para tomarla tanto en desayunos, batidos, como postre o para incorporarla a recetas en platos salados», añade.
La papaya, una de las frutas exóticas que se cultivan en nuestro país.
En 2022 España exportó 11.223 toneladas de papayas e importó 15.557 toneladas. En el caso del Grupo Durán, los principales mercados son Alemania, Inglaterra, Francia, e Italia y en España «un porcentaje menor, quizás ni el 5% de nuestra producción, pues los supermercados españoles no la tienen referenciada», resalta. La papaya española es más barata que el producto brasileño. «Grantizamos trazabilidad, que no haya residuos y ofrecemos un producto de proximidad que podemos poner en los supermercados en 24/48 horas», puntualiza.
Pitahaya
La fruta del dragón, o pitahaya, llama la atención por su textura, color y forma. «Se caracteriza por su sabor dulce y refrescante, su pulpa jugosa, y su atractiva apariencia con piel rosada o amarilla. Es una fruta exótica que ha ganado popularidad debido a sus cualidades organolépticas y beneficios para la salud», cuenta Mireia Morera, directora comercial de Dracofruit. Las variedades de pitahaya que se cultiva en España son de la especie Hylocereus, que se caracteriza por tener una piel rosada o amarilla con escamas verdes, y su pulpa es de color blanco o rosa. Su cultivo aquí comenzó a desarrollarse en la década de 1990. Sin embargo, su producción comercial se ha incrementado en los últimos años debido al aumento de la demanda.
La pitahaya se cultiva principalmente en las regiones de clima cálido, Andalucía, Murcia, Canarias y la Comunidad Valenciana. En esta última constituye una actividad creciente. «El clima mediterráneo de la región, con inviernos suaves y veranos calurosos, es propicio para esta fruta tropical. En la Comunidad Valenciana se han establecido varias fincas y explotaciones dedicadas a la pitahaya, especialmente en Valencia y Alicante», indica Morera. Su cultivo en esta zona se realiza en invernaderos, utilizando técnicas de poda, fertilización y control de plagas y enfermedades. «La pitahaya cultivada en España tiene un sabor dulce y refrescante, con un ligero toque ácido. Su textura es suave y jugosa, similar a la de otras frutas tropicales. Además de su atractivo sabor y aspecto, la pitahaya también se aprecia por sus propiedades nutricionales», afirma Morera, quien junto a su hermano creó Pitaya Fruit Spain SL, de la que Dracofruit es su marca comercial.
Pitahaya.
Otra de las particularidades de esta fruta exótica es que su periodo de floración dura solo una noche, es el tiempo en el que tiene lugar la polinización para dar paso al fruto. Las flores son grandes, blancas, muy bonitas y, además, emiten una fragancia agradable. «Compuesta en su mayor parte por agua, la pitahaya contiene minerales esenciales como el hierro, el calcio y el fósforo, así como infinidad de vitaminas (vitaminas B1, B2, B3 y C) idóneas para tener nuestro organismo sano. Está especialmente indicada para quienes padecen de colesterol y para reforzar el sistema inmunológico», explica Morera. La calidad de la fruta puede variar dependiendo de factores como el tiempo de cosecha, las condiciones de almacenamiento y transporte, así como el cuidado y manejo posterior a la cosecha. Por este motivo, ella ve ventajoso consumir pitahaya española.
Aunque ha ganado popularidad en los últimos años entre los consumidores españoles y cada vez se la encuentra en más sitios, todavía es una desconocida para muchos. «Es muy apreciada por sus propiedades, pero no es una fruta barata, lo que limita su distribución en grandes superficies», informan desde Dracofruit. A la hora de hablar de la exportación, Portugal, Francia, Alemania, Holanda y Reino Unido son sus principales mercados. Y otras compañías han empezado a exportar a países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea del Sur y China. De momento no existen datos oficiales sobre la producción de pitahaya en España, pero desde Dracofruit afirman que «es uno de los principales productores en Europa». En lo que va de año, Mercabarna ha comercializado algo más de 216 toneladas de pitahaya y Mercamadrid 144 toneladas.
Kumquat
El kumquat es un cítrico enano que tiene la peculiaridad de que su piel se come, es dulce y su interior es bastante ácido. «Su floración es la más tardía de los cítricos, se produce varias veces durante los meses de junio y julio. Su recolección empieza en diciembre y puede llegar hasta abril», explica José Hernández Torres, responsable comercial de Earmur, empresa que introdujo este cultivo en Murcia. «El tamaño apto para su comercialización es de 20 mm de diámetro. Debido a que la piel es comestible, no se puede tratar con ningún producto fitosanitario y las plagas se tienen que combatir con lucha biológica, por lo que es prácticamente un cultivo ecológico», añade. Earmur están invirtiendo en la tecnificación y ampliación de sus instalaciones para mejorar la calidad y la seguridad alimentaria del kumquat. Así, han duplicado la capacidad frigorífica y modernizado su maquinaria para reducir la manipulación. Hernández Torres señala también lo costosa que es la recolección, ya que se tiene que cortar fruto a fruto a tijera, evitando que el pedúnculo se desprenda del fruto para evitar la podredumbre.
El kumquat.
Su vida útil para el consumo es de unos 20 días, siempre conservándolo a temperaturas de 5ºC. Es rico en vitamina C y en flavonoides, unos antioxidantes que ayudan a mantener en forma el sistema inmune. Cuenta con importantes niveles de fibra que facilitan el buen tránsito intestinal y reducir los niveles de colesterol. El kumquat se consume en toda Europa, «aunque en España –indican– no es muy conocido, si bien en los últimos años está cogiendo presencia en supermercados». Es un fruto muy propicio para «la coctelería, el adornos de platos (sobre todo pescados, ensaladas, etc..), mermeladas y confitería».
Kiwi
El boom del kiwi en España se produjo a principios de los 80, cuando se empezó a plantar sobre todo en Galicia y Asturias. «Ha pasado de ser un producto exótico a ser un indispensable en la dieta de los españoles», afirma José Piñero, CEO de Kiwi Atlántico. Esta empresa surgió hace 35 años, de la unión de un grupo de productores, para comercializar el producto de forma conjunta y han ido creciendo desde entonces. «El cultivo del kiwi está bastante implantado en España, sobre todo Galicia y Asturias y algo en la costa valenciana. Nosotros también estamos en el País Vasco, Cataluña y en el norte de Portugal», indica Piñeiro.
Su producción anual ronda las12.000 toneladas y su mercado es sobre todo nacional, ya que «los españoles consumen unos tres kilos de kiwis al año». Este cultivo se caracteriza por su innovación. «Hemos ido cambiando las técnicas agronómicas de cultivo y nos centramos en cultivar y producir de la forma más sostenible posible», resalta.Según datos del ICEX, en 2022 se exportaron 49.445 toneladas de kiwis y se importaron 244.074. España produce alrededor de un 20% de la demanda final del mercado interior. El 80% restante corresponde a importaciones de Italia, Nueva Zelanda, Francia o Chile. Además del clásico kiwi verde, encontramos otras versiones en color rojo y amarillo, este último creciendo mucho en el país, pues tiene una textura menos dura y su piel es más fina, lisa y menos áspera. Su sabor es marcadamente más dulce que el kiwi verde. Más difícil de conseguir, y a un precio mucho más elevado, está el kiwi rojo, que es el que mayor porción de vitamina C concentra. Además, el kiwi es una de las frutas que más se consume para combatir el estreñimiento y facilitar la digestión. También para enfermedades inmunológicas.
El caviar cítrico
El caviar cítrico, o dedo de lima, es una fruta exótica procedente de Australia y que en España empezó a cultivarse recientemente, sobre todo en Andalucía. Se trata de un arbusto que mide entre dos y seis metros de altura, posee hojas pequeñas y flores blancas y tarda en florecer y dar frutos entre 5 y 17 años. Es un fruto pequeño con aspecto de lima alargada, cuya pulpa la forman pequeñas esferas transparentes similares a las huevas de caviar. Es fuertemente aromático y tiene un fresco e intenso sabor agridulce. Es rico en vitamina A, B6, C y E; aporta polifenoles, ácido fólico y potasio y ayuda a la digestión.
El caviar cítrico es una fruta exótica que proviene de Australia.
Quinoa
Dentro de los cultivos herbáceos, la quinoa está cada vez más presente en nuestra dieta. No obstante, después de 20 años, «estamos apenas con 4 ó 5.000 hectáreas, de las cuales Andalucía es una de las principales áreas de cultivo, si bien hay algunas superficies también en el centro, Aragón y Navarra», indica González Torres. Refiere que el problema principal es encontrar variedades adaptadas al clima mediterráneo, ya que las procedentes del área andina, de donde es originaria la quinoa, tienen problemas de floración y producción de grano en la península.
La quinoa, un alimento con alto contenido protéico.
Desde el punto de vista alimenticio, es un alimento muy completo. Entre sus características destaca «el alto contenido proteico, mayor que el de la mayoría de cereales y de proteína de alta calidad, con una proporción equilibrada de todos los aminoácidos esenciales y rica en lisina e histidina superior al de la mayoría de los cereales», añade. Cuenta con un alto contenido de amilopectina, «tiene una baja carga glucémica, más apropiada en dietas que pretenden combatir la obesidad». Además, su aceite es de buena calidad y su rendimiento puede superar al del maíz. Es igualmente una alternativa para los enfermos celiacos, «ya que la mayoría de las variedades tienen o nulo o muy bajo contenido en gluten», puntualiza el docente.
Otras
En diversas zonas de España se hacen ensayos con algunas especies que podrían ser prometedores igualmente, como el alforfón (o trigo sarracero), «planta muy resistente a condiciones frías y que tiene una composición parecida a los cereales pero no forma gluten», explica. También se ensayas algunas de procedencia andina, como la canihua, amaranto o el teff. «Todos ellos con composición parecida a los cereales, pero con alguna característica especial: menor contenido calórico, mejor calidad de proteína, etc», añade. El docente cree que es lo suyo teniendo en cuenta que la Unión Europea tiene un déficit importante en proteína de origen vegetal para alimentar a la población. «En este sentido, la quinoa y algunas de las especies citadas pueden cumplir esa función, pero habría que buscar otras y nada mejor que nuestras leguminosas de origen mediterráneo (habas, guisantes, judías, lentejas, garbanzos, almortas, etc.)», resalta.
MÁS INFORMACIÓN
Asegura que haría falta que se le prestase mucha mayor atención y ayudas, pues además «son plantas mejoradoras del suelo» donde se cultivan.
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