Níscalos con pasta o crema de castañas: ideas fáciles para exprimir la despensa de otoño

1

Las setas

Lo que hace solo unas décadas tan solo era apreciado en las zonas rurales y familias humildes a tornado en toda una estrella del otoño entre las más altas cocinas y reconocidos fogones. Además de las infinitas posibilidades de cocina con estos productos, son muchas las variedades. Los níscalos son unos de los más conocidos, ideales para hacer a la plancha o a la brasa con un toque de ajo y perejil, con pasta o con patatas. Lo mismo ocurre con el boletus. Un ejemplar de esta especie puede llegar a pesar hasta un kilo, y es abundante en Galicia, Extremadura y algunas zonas de Castilla y León, entre otros puntos de la geografía española. La mucosa, gamuza o la oronja son otras variedades entre las muchas que se pueden encontrar, todas ellas con algo en común: su momento de recolecta comienza en otoño.

2

Espinacas y verduras de hoja verde

Aunque hoy en día es posible disfrutar de ellas todo el año por los avances tecnológicos y agrícolas, lo cierto es que el mejor momento para consumir verduras de hoja verde llega con el otoño. En este grupo entran las acelgas, el brócoli, las coles, y las espinacas. Estas últimas son ricas en minerales como el magnesio y en vitamina A, C y E, y su bajo contenido calórico no es su único punto fuerte. Las espinacas son un alimento de lo más versátil. Para los que quieren comerlas pero a su vez restarlas sabor, las espinacas con queso, huevo o a la crema son algunas de las mejores, pero si el objetivo es sacarlas el máximo partido, los guisos, los hervidos o los escaldados son perfectos para hacerlo.

3

Las castañas

Este fruto que inunda el suelo de los bosques con la llegada del otoño es una gran fuente de hidratos de carbono de calidad, rico en fibra y un alimento muy saciante, lo que le convierte en una gran opción para dietas de adelgazamiento y mantenimiento. La forma más común de cocinarlas es asadas, tostadas y cocidas. No necesitan más que algo de calor para brillar por sí solas, pero si se buscan platos más elaborados, también es posible hacerlos. La crema de castañas es uno de los ejemplos, como también lo puede ser un arroz cremoso de cebolla morada, castañas y parmesano o una sartén de patatas, setas y castañas, combinando así dos de los productos estrella de la estación otoñal.

4

El membrillo

Es posible que el membrillo sea, de todos los expuestos, el producto más específico en cuanto a sus elaboraciones. Por sí solo, es un fruto bajo en azúcares y aporte calórico, lo que suele cambiar en las elaboraciones para las que se utiliza. Normalmente, el membrillo es el protagonista en la elaboración de compotas, mermeladas y los populares bloques de carne dulce de membrillo. Estas piezas junto a una porción de queso fresco es una de los bocados fáciles, rápidos y tremendamente ricos que ofrece este fruto. También funciona muy bien en tartas o en platos salados como las ensaladas, el solomillo de pavo al membrillo o en un bocadillo crujiente de mozzarella 'in carrozza' con membrillo.

5

Y de fruta... las mandarinas

La mandarina es la sexta fruta más consumida en España. Bien es sabido que es rica en vitamina C, pero también protege del colesterol y cuida el corazón, entre otros muchos beneficios. Además de comerla sola como postre, o en una macedonia de frutas, la mandarina es una fruta de lo más versátil que puede participar y ser clave en multitud de platos. Desde una vinagreta de mandarina hasta una gelatina o mermelada, puede tomar forma dulce o salada. Es perfecta para acompañar en ensaladas o carnes, como el pollo a la mandarina.