¿Qué traerá el 2024 a la gastronomía en España?

Sí, hay sitios donde resulta imposible encontrar mesa, pero también he sido testigo en las últimas semanas de restaurantes de renombre y con muchas estrellas con comedores semivacíos, cuando no totalmente desiertos. Añadan otro factor preocupante: la escasez de personal. Cada vez menos gente quiere dedicarse a la hostelería.

Noticia Relacionada

Lo que ha dejado este 2023 en la gastronomía española: la juventud y la tradición como valor refugio

Adrián Delgado

El nuevo año que arranca llega con la impronta de tendencias ya rodadas y la amenaza de una burbuja de aperturas

Y ni siquiera la tendencia en alza a cerrar incluso fines de semana completos para dar descanso a los trabajadores, ni el adelanto de horarios al que ya se ha acostumbrado el público, ni el esfuerzo por pagar cada vez mejor a los empleados (lo que lógicamente tiene reflejo en esas facturas tan elevadas, la pescadilla que se muerde la cola) parece solucionar el problema.

En el año que llega más que nuevas tendencias se reforzarán las de estos últimos tiempos, empezando, claro, por la sostenibilidad, palabra que ya va indisociablemente unida a la cocina. Y dentro de la sostenibilidad, la utilización racional del agua, que va a ser unos de los temas fundamentales en la próxima edición de Madrid Fusión como argumento en la defensa del medio ambiente.

Veremos también un incremento de esas apuestas de los jóvenes cocineros por proyectos ilusionantes y muy personales, muchos de ellos en lugares alejados de las grandes ciudades. Y veremos cómo sigue saltando en pedazos la rigidez de los menús degustación obligatorios, reservados sólo a esas grandes casas donde hay que reservar con un año de antelación, sustituidos por menús a medida, flexibles, adaptados en cada momento a los gustos del cliente.

Y no sé si veremos, pero me gustaría mucho, que en España se tomara ejemplo de Francia y se instaurara la obligación de especificar qué platos han sido cocinados en un restaurante y cuáles no. Una forma de proteger al consumidor y a los cocineros que hacen bien las cosas frente a una competencia desleal. Información al cliente que no estaría mal que se extendiera al origen de cada producto, de su procedencia, algo que muy pocos restaurantes hacen. Ah, y este va a ser el año de la apertura del nuevo DiverXO, un espacio que, dicen, va a romper moldes.