Boda de Almeida y Teresa Urquijo: 96.000 euros por el menú de Lhardy con parrilla en directo

Así lo han confirmado a ABC sus responsables sin que, por respeto a los futuros cónyuges, hayan querido aportar ningún detalle adicional. Las características de este enlace y las oferta de servicios que esta empresa ofrece para eventos de esta naturaleza ponen sobre la mesa dos opciones posibles: un menú de cóctel, de pie, con seis pinchos fríos, seis calientes, una estación con parrilla en directo, otras dos estaciones de elaboraciones frías o calientes –entre otros de ostras, del célebre salmón ahumado de Pescaderías Coruñesas, de jamón ibérico u otras menos comunes como las de cocina mexicana o la de ceviches– y dos postres; o la que incluye además del cóctel –suprimiendo las dos estaciones anteriores pero manteniendo la parrilla de brochetas en directo–, un primero, un segundo y un postre sentados en mesa.

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Adrián Delgado

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Todo parece indicar que esta última ha sido la opción elegida por Almeida y Urquijo para el banquete de su boda. Tal y como se publicita en la web de este prestigioso catering –uno con los que más frecuencia trabaja la wedding planner Eva Colorín, encargada de gestionar todas las preferencias de los protagonistas de este día–, el precio por persona por ese cóctel más los platos sentados sería de 175 euros más IVA. Un coste que, de confirmarse la previsión de asistencia de medio millar de invitados, costaría entorno a los 96.000 euros.

Entre los atractivos que este catering brinda a los novios está la parrilla. «Nos preguntáis un montón por nuestra parrilla de brochetas en directo y, ¡no es para menos!», cuenta esta división de Lhardy en sus redes sociales. Una posibilidad que permite elegir dos pinchos cocinados al momento a la brasa entre seis productos de máxima calidad: chipironcitos, sardinas de Santurce, patitas de pulpo, gamba roja, carabinero o langostino.

A tenor de las fotos publicadas en las redes, el matrimonio más recurrente es el de patitas de pulpo y gamba roja. Cabe recordar que el producto es seleccionado directamente de Pescaderías Coruñesas, otra centenaria y prestigiosa casa –en manos de la familia García Azpiroz, descendientes de maragatos leoneses– de Madrid responsable de otros espacios gastronómicos como el restaurante Desde 1911 –una estrella Michelin– o Filandón.

El cóctel arrancará con seis pinchos fríos que los novios han elegido entre más de una veintena de posibilidades. Desde una sopa de ldiazábal con dulce de manzana a un esférico de queso, pasando por un tartar de ostras con espuma de limón, un ceviche de pescado de roca, una crema catalana de foie, un sándwich de tartar de atún o una ensaladilla de bogavante.

En el capítulo de pinchos calientes, entre los que también se servirá una selección de seis, están las croquetas –a elegir entre Idiazábal, carabinero o jamón–, el huevo de codorniz con patata trufada, el txangurro gratinado en concha de zamburiña o un bocado con guiño asiático como los mini 'dim sum' con salsa mostaza y miel. Del mar, brindan un carabinero en gabardina, un madrileño cucurucho de calamarcitos de potera, los dados de merluza de anzuelo frita con mayonesa de piquillo o su cococha en salsa verde. También hay recuerdos al tapeo más castizo con 'minitigres' de mejillón de roca o cazuelitas de gamba al ajillo, entre otros platos.

Una vez concluido el cóctel, el menú continuará sentado a la mesa con un primer plato que el alcalde Almeida y Teresa Urquijo habrán elegido entre diferentes ensaladas –una verde de cecina de buey con queso parmesano, otra de gamba roja en ceviche o una de cigala con vinagreta de mostaza y frutos secos–, cremas –de boletus con crujiente de jamón, de carabineros y txangurro, de puerros con láminas de bacalao y costrones de pan frito o una tibia de espárragos con almejas al aceite de perejil– o platos más contundentes como un ravioli de jamón y langostinos con consomé de hongos o los carabineros asados con patata confitada y jugo licuado de sus cabezas. Bogavante, lubina, rape o bacalao, en diversas presentaciones, completan el extenso abanico de posibilidades que tienen los novios.

Entre los segundos, además de algunos de los citados pescados, han podido elegir platos de carne como la carrillera de ternera sobre patata trufada, la presa lbérica asada con talo y ajos tiernos aliñados, el carré de cordero asado con crema suave de ajos, la paletilla de cordero deshuesada con patata confitada o el taco de cochinillo confitado con patata de pimentón. Uno de los platos estrella del menú es el histórico solomillo Wellington que Lhardy sigue haciendo como hace un siglo.

Entre los postres, otro emblema del restaurante casi bicentenario: el suflé. Fue precisamente Agustín Lhardy quien introdujo por primera vez en España este dulce conocido como Alaska u 'omelette norvégienne'. Si no es el elegido para este enlace, hay otras opciones muy golosas como la torrija caramelizada en sopa de arroz con leche; el brownie con crema de yogurt, fresas y helado de vainilla; la macedonia de frutas con crema de yogurt en hojaldre; el milhojas de crema con fresas confitadas; la tarta de queso con frutos rojos; la de limón, merengue y galleta; la oblea caliente de manzana con helado de vainilla, el coulant de chocolate; o la tarta árabe.

Se desconoce si los novios servirán los vinos que ofrece este menú para armonizar los platos elegidos. Entre los blancos que maneja este catering está Marqués de Riscal Verdejo (Rueda), Ultreia (Godello) o Pazo San Mauro (Rías Baixas). Imperial Reserva (Rioja), Pétalos del Bierzo (Bierzo), Marqués de Murrieta Reserva (Rioja) –en exclusiva para Lhardy–, Montecastro Reserva (Ribera del Duero), Emilio Moro Crianza (Ribera del Duero) o Arzuaga Crianza (Ribera del Duero), está entre las opciones de tintos.

La oferta de Lhardy para este tipo de celebraciones incluye los refrescos, cervezas, licores, cafés e infusiones que se sirvan durante el menú. Además, la barra libre incluida en el precio permanecerá abierta durante 9 horas, «pudiendo consumirse combinados en cualquier momento», informan.

Si acuden niños a la boda, el menú que ofrece Lhardy para los invitados más pequeños –también para el servicio, los cuidadores infantiles o los guardaspaldas– cuesta 90 euros por persona, e incluye un primer plato a elegir entre croquetas o jamón ibérico y un segundo entre lasaña boloñesa, escalopines de solomillo con patatas o bocaditos de merluza con patatas. De postre, tarta de chocolate.

La recena –si así lo desean los novios– se servirá con una estación de quesos y embutidos italianos; y dos de estas opciones: minipizzas, talos de chistorra o hamburguesitas. No faltará una estación de chucherías.