Abre el Mercado de San Leopoldo, un nuevo espacio gastronómico en la zona norte de Madrid

El nuevo Mercado de San Leopoldo, que abrió sus puertas el pasado miércoles, cuenta ya con puestos de restaurantes conocidos como Casa Dani, verdadero templo de la tortilla de patata en la capital; Juancho's BBQ, con sus exitosas hamburguesas, o La Martinuca, que empezó aquí con sus tortillas de envío a domicilio, junto a propuestas como el italiano D'Agustto con sus pizzas, el de perritos calientes caseros y creativos Döggo, Montchis con sus tartas de queso, los tacos mexicanos de Trompo y la cocina vegana de Yeggie.

Más conceptos -un asiático, una taberna, panadería- se sumarán al espacio en los próximos meses hasta completar los 14 puestos de su primera planta (tiene otra subterránea aún sin explotar), cuyo corazón está ocupado por una zona de mesas compartidas y barra de bebidas gestionada por Guzmán y sus socios.

Son cuatro, amigos todos del fundador pero que hasta que él los convocó no se conocían entre sí. Ellos llegaron al proyecto durante la pandemia. El joven emprendedor -tiene 31 años ahora- vio el local en 2018 y renunció a su trabajo a finales de 2019 - trabajaba en una gran empresa de servicios financieros- para lanzarse a la aventura. Lo ayuda su padre con los números, aunque la decisión de su hijo «a todos les pareció una locura», dice él.

Se proponía unir su pasión por la comida con su conocimiento del sector inmobiliario de servicios compartidos, como los muy en boga 'coworking' o 'coliving'. Pero llegó 2020 y todo se congeló, también esto. Ese tiempo brumoso e inmóvil a él le sirvió para formar su equipo, pulir su idea, conseguir más inversores y seleccionar marcas y restaurantes que comulgaran con su enfoque de nuevo punto gastronómico del norte de la ciudad, en una zona en la que no suelen llegar las iniciativas y aperturas más vanguardistas.

También para ahondar en el carácter del edificio de 50 años -fue construido en 1973 - que debía rehabilitar y mejorar (los estándares de seguridad han cambiado mucho, también los materiales e instalaciones que requiere ahora el sector) tras su cierre en 2016. «Lo primero que hicimos fue sentarnos con los vecinos, para contarles el proyecto y cómo íbamos a renovar las chimeneas, las salidas de humos, las tomas de agua, todo», relata Guzmán a ABC Gastronomía.

Para incidir en el espíritu de mercado callejero y de barrio, decidieron mantener su estética y muchos elementos de su decoración original, como sus suelos de granito 'setenteros', e instalar una fuente de agua potable típica, para reducir el consumo de botellas de plástico.

Consiguieron empezar a funcionar muy tímidamente en 2022, con apenas un puñado de puestos. «El primero que apostó por nosotros, cuando aún estábamos en obras, fue el chef Antonio Arrabal, le debemos mucho«, dice Guzmán. El cocinero de La Jamada, de Burgos, está aquí presente con Yeggie, la iniciativa vegana de una multinacional. Fue, junto con Casa Dani y Juancho's, la 'locomotora' que atrajo al resto.

En este otoño ya sí se sienten con fuerzas para lanzarse a toda vela -tienen la mayor parte de los locales en funcionamiento o reservados, para abrir en breve- y presentar su oferta a los madrileños y turistas que visitan la ciudad.

El Mercado de San Leopoldo está pensado como un lugar para comer allí mismo de forma informal, compartida o al paso en su comedor central, adonde se puede llevar cada comensal la comida comprada en los puestos.

También ofrece la opción de pedirla desde las mesas, utilizando un código QR que permite un único pedido, y un único pago, si se desean combinar cocinas de los distintos puestos.

Sumado a ello ofrece los servicios de recogida de pedidos y de envío a domicilio, a través de su web, mercadodesanleopoldo.com.

Como peculiaridad, hay siempre una persona en la entrada para dar la bienvenida a los visitantes e informar sobre los servicios y atractivos de este nuevo local de la zona norte, que en los últimos años ha iniciado un proceso de transformación animada por las torres y la urbanización de sus alrededores y que tendrá un nuevo impulso con Madrid Nuevo Norte.

«Vamos despacio, pero asegurando», afirma Guzmán, quien sin embargo está entusiasmado con la cantidad de iniciativas colaborativas, vecinales, de emprendedores o vinculada al negocio de segunda mano que están surgiendo alrededor de este nuevo mercado, donde las voces de ahora, a ratos, recuerdan las de los pescaderos, carniceros y verduleros que animaban cada día esas antiguas galerías castizas.