Este mítico postre madrileño es uno de los alimentos indispensables durante las festividades en Madrid y su origen se remonta a la Edad Media
Hay dos tipos de rosquillas tradicionales en Madrid: las «tontas», que son aquellas que no tienen glaseado, y las «listas», bañadas con un azúcar fondant
Se acerca el Día de San Isidro , una auténtica festividad castiza que se celebra por todo lo alto anualmente en la ciudad de Madrid. Actividad, música , baile y gastronomía se funden en una sola celebración multitudinaria en la Pradera madrileña, donde, ... por supuesto, faltará uno de los alimentos por excelencia: la rosquilla .
Este postre madrileño se ha convertido en un elemento indispensable de las fiestas del Santo en la capital española, cuyo origen se remonta a la Edad Media. Eso sí, las hay para todos los gustos: las rosquillas «tontas» , caracterizadas por prescindir del glaseado en su presentación, y las rosquillas «listas» , bañadas en un fondant de azúcar, aromatizado con limón en su versión más tradicional.
Protagonistas absolutas de las fiestas, es habitual ver a muchos chulapos y chulapas madrileños comiéndolas durante algunos de sus paseos por la mítica Pradera de San Isidro . Sin embargo, para aquellos que no puedan asistir a las celebraciones del próximo 15 de mayo , elaborarlas en casa es más fácil de lo que parece.
Receta de las rosquillas «tontas» de San Isidro
Para realizar este delicioso dulce típico de la capital, tan solo será necesario adquirir los ingredientes y seguir los pasos necesarios. Aquí tienes la receta de las rosquillas de San Isidro :
Ingredientes de las rosquillas
3 huevos medianos
20 ml de aceite de oliva virgen extra
100 gramos de azúcar
250 gramos de harina
½ cdita. anís en grano
Yema de huevo para pintar las rosquillas
Elaboración de las rosquillas de San Isidro
1
En primer lugar, será necesario batir los huevos y el azúcar en bol hasta que espese.
2
Incluimos el aceite de oliva y el anís triturado y continuamos mezclando.
3
Añadimos la harina, trabajamos la masa hasta que sea uniforme y la dejamos reposar al menos 1 hora en un bol enharinado, tapándola con un paño.
4
Una vez pasado el tiempo, pasamos la masa a una manga y le dejamos la masa con forma de rosquilla sobre una bandeja. En caso de no tener una manga, podemos hacer este paso diviendo la masa en pequeñas porciones (unos 40 gramos) y dándole la forma con la mano.
5
Precalentamos el horno a 200ºC.
6
Pintamos los roscos con la yema batida y las horneamos durante unos 15 minutos con calor arriba y abajo (sin aire). Su superficie debe quedar cuarteada durante el horneado.
7
Una vez horneadas, retiramos las rosquillas y dejamos que se enfríen sobre una rejilla antes de consumirlas.
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