La pujante alternativa de entrada a la universidad y el empleo

«Frente al desempleo juvenil, las empresas de todos los sectores nos piden técnicos y técnicos superiores de formación profesional para puestos especializados para los que ahora no encuentran profesionales suficientes. Convertir la formación profesional en una opción de éxito, de enorme calidad, actualizada y muy vinculada con la realidad del empleo es uno de los mayores retos que tenemos como país», puntualiza Sanz. Los jóvenes encontrarán formaciones punteras con gran empleabilidad, que les dará acceso al mercado laboral y a continuar en el sistema educativo, si es lo que quieren.

Otra de las novedades que aporta la norma es el carácter dual de esta formación ya que los estudiantes pasarán necesariamente por la empresa para conseguir su titulación. «Habrá más tiempo de formación en la empresa, más calidad y una mayor implicación de la empresa en el proceso formativo, desde el principio», aclara.

Cree que la imagen de la FP en España se va asimilando a la que tiene en el resto de países europeos y se ha convertido ya en una opción de éxito. En el curso actual se ha superado por primera vez en nuestro país el millón de alumnos. «Nos encontramos ya ante una Formación Profesional moderna, atractiva para los estudiantes, con una formación muy ajustada a las transformaciones que afectan a la economía, y permanentemente actualizada, con nuevos títulos ligados a sectores emergentes y con una altísima empleabilidad», resalta. Cabe recordar que en 2021 se inició la oferta bilingüe en FP con 720 grupos creados hasta el momento y tal y como avanza la secretaria general de FP, «se espera llegar al 10% del total de la oferta, una iniciativa que supone un salto importante para la formación del alumnado no solo en lenguas extranjeras, sino en la apertura de puertas para participar en estancias en empresas en el exterior».

El aumento de la demanda de estos estudios ha tenido como respuesta la creación de un mayor número de plazas públicas así como una mayor oferta desde los centros privados. El Centro Europeo de Estudios Profesionales (CEEP) lleva casi treinta años ofreciendo este tipo de ciclos, muy centrados en el sector sanitario. Beatriz Martínez de la Riva Vivanco, directora de RR.HH. y talento joven de CEEP, resalta el cambio que han sentido entre sus alumnos. «Tenemos una variedad de edades desde los 16 hasta 54 años que utilizan la FP como una herramienta de empleo que es lo que persigue la nueva ley», apunta. «Llegan muchos de 50 años que se han quedado sin trabajo e incluso hay alumnos que siguen en la universidad, pero hacen el ciclo para adelantar el contacto con su entorno funcional real antes de acabar la carrera», precisa.

Martínez de la Riva cree que la nueva normativa puede ayudar a dar remedio a la falta de formación continua de los trabajadores que existe en el mercado laboral español. «Se pretende que durante tu vida laboral, de forma flexible, te vayas formando en un itinerario profesional que te permita avanzar pero que también tengas una capacidad de adaptación en digitalización, transición ecológica o puestos de trabajo que desconocemos», resalta. Desde CEEP subrayan que «la excelencia en los centros es fundamental» en el crecimiento de la FP, y apunta que es clave definir qué es lo que necesita el mercado laboral y «dar una solución a dos años vista».

Además de estar en auge, esta modalidad de estudios es también un camino real de entrada en la universidad. Quien cuente con un título superior de FP puede acceder directamente, con la nota media obtenida en dicho grado, sin necesidad de hacer la EvAU, aunque pueden realizar la parte voluntaria para subir nota. En paralelo, están surgiendo nuevas propuestas que refuerzan los lazos entre la FP y la Universidad. Un ejemplo es la escuela Politécnica Superior de Mondragon Unibertsitatea que, cuando creó en 2017 el grado de Ingeniería Mecatrónica, reservó el 50% de sus plazas para alumnos de FP. «En esta universidad siempre hemos fomentado que vengan alumnos de FP, que hagan ese trasvase, pero históricamente lo hacían muy pocos», reconoce Nekane Errasti, coordinadora de ingeniería de esta escuela. Mondragon cuenta además con un centro de formación de FP, por lo que tienen en casa la cantera, aunque al grado «se puede acceder desde cualquier centro». Han optado por dar a esta propuesta un carácter dual para que sus alumnos, desde el principio, «compaginen estudios y trabajo. Muchos ya vienen del ciclo Dual y en el diseño del grado lo tuvimos en cuenta. Quisimos dar valor a esa formación que ya tenían», resalta la coordinadora.

Además, los alumnos que acceden a través de FP Superior, cuentan con una bolsa de 60 créditos que equivalen a un curso del grado. Es decir, se gradúan en tres años, en vez de los cuatro habituales. Toda esta apuesta se traduce a un aumento significativo de alumnos universitarios procedentes de FP, no solo en el grado de Mecatrónica, sino en toda la escuela. «Se ha producido un efecto llamada en el resto de grados. De los 480 alumnos nuevos que tenemos, 83 vienen de los ciclos formativos de FP», resalta Errasti. Están muy satisfechos con los resultados y resaltan de este alumnado su «motivación, han conocido el ciclo formativo y saben a lo que pueden aspirar. Es una apuesta personal, quieren algo más, y se nota también su madurez», puntualiza.