La formación que atrapa un futuro en el que lo único constante es el cambio

Individualizada y con interacción colectiva, tutorías clásicas con atención online... la tecnología ha propiciado un eficaz entorno educativo cuyos contenidos se adaptan al alumno, al profesor y al mercado de trabajo

21/06/2018 a las 10:59h.

Queda poco, muy poco por inventar… al menos de momento. Desde Primaria hasta los posgrados, se trabaja en torno a conceptos como el «aula invertida» («flipped classroom») o «microlearning», trabajar fuera para rematar dentro y pequeños fragmentos de formación personalizada, respectivamente.

En el caso de la Universidad Autónoma de Madrid, celebra, por ejemplo, la Semana de la Innovación Docente cada año. Como destaca Juan Antonio Huertas, vicerrector de Coordinación Académica y de Calidad: «La integración de la tecnología en el desarrollo de la actividad docente ha permitido la utilización de plataformas tecnológicas, en grado y posgrado, el uso generalizado de recursos digitales y la puesta en marcha de cursos de nivelación que ayudan a adquirir más rápida y eficazmente los conocimientos y competencias que demanda el mercado actual, en continua evolución». Los MOOC (cursos gratuitos online y masivos) en edX, una de las plataformas más destacadas a nivel internacional, son un ejemplo de esta renovación.

Desde el ámbito privado, EAE Business utiliza en su plan de estudios el sistema norteamericano basado en «major» y «minor». Los primeros son los programas troncales, los segundos, los de corta duración (asignaturas centradas en un área concreta, relacionada o no con el «major» elegido), que aportan competencias y aptitudes útiles para el mercado de trabajo.

Según Albert Arisó, director de Innovación Docente: «EAE trabaja junto a TEC Monterrey en métodos de tutorización para elevar el perfil académico de quienes más lo requieren, con intención de hacerlo extensivo a todos. Además de la tradicional, estamos trabajando con la ‘tutorización entre iguales’, basada en la creación de parejas de alumnos con una relación asimétrica, por edad o diferencia de nivel (uno adquiere el rol de tutor, otro el de tutorado). Es un método muy efectivo, porque ambos aprenden y desarrollan su capacidad mediadora». Una tendencia, al alza, basada en la colaboración como medio para progresar en la formación.

Aprendizaje colaborativo: El intercambio de conocimientos y aptitudes se propicia cada vez más. En métodos como POGIL (Process Oriented Guided Inquiry Learning) se combina el trabajo en pequeños grupos orientados por una supervisión especializada.

Hiperpersonalización: Tender a los contenidos colectivos se complementa con la atención muy personalizada, imprescindible en este tipo de procesos.

«Blended learning»: El aprendizaje híbrido, mixto, combina lo mejor de ambos mundos «on» y «off» line. Todo suma para conformar una formación integral y a medida.

Siempre, la tecnología: Permite que el aprendizaje se encuentre con el alumno con distintas formas y dispositivos. Un ejemplo es la WOW Room, del Instituto de Empresa, una inmersión en una sala interactiva repleta de interacciones, participación y transmisión de conocimiento.